LUBAO, Filipinas (AP). La policía abatió el jueves a un hombre que presuntamente mató a tiros a un rehén en un autobús en el norte de Filipinas.
El superintendente Edwin Mangaliman, jefe de policía del municipio de Lubao en la provincia norteña de Pampanga, quien actuó como negociador, dijo el jueves que intentó someter al hombre armado, pero éste se resistió.
Mangaliman dijo que otro agente disparó al secuestrador en la cabeza cuando forcejeaban por su arma.
Añadió que se tomó la decisión de atacar porque el hombre parecía inestable y sus "cambios de estado de ánimo" podían impulsarlo a herir a otros rehenes.
"Gracias a Dios, ningún otro rehén fue herido", dijo Mangaliman.
La crisis de rehenes, que se prolongó cinco horas, comenzó cuando el guardia de seguridad Rey Rigor, que estaba armado con un revólver y con un cuchillo, abrió fuego dentro del autobús mientras el vehículo atravesaba la población de Lubao, e hirió a dos pasajeros.
El conductor Raphy Pascual dijo que tras oír los disparos frenó el autobús y abrió las puertas para permitir que los pasajeros escaparan.
Pascual dijo que él y otra persona socorrieron a un hombre que tenía una herida de bala en el estómago. Otro hombre herido fue posteriormente liberado por el pistolero, pero la policía dijo que murió camino al hospital.
Pascual estimó que 10 pasajeros se hallaban todavía dentro del autobús cuando sus puertas se cerraron. Al parecer, uno de los pasajeros presionó de manera accidental el botón de control de la puerta en su urgencia por escapar.
Mangaliman dijo que Rigor no formuló demandas específicas, y se negó a hablar por teléfono con su esposa, que se hallaba en la isla Negros, en la zona central de Filipinas.
De acuerdo al funcionario, el pistolero parecía afectado por un problema familiar.
FUENTE: Agencia AP