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Morales no baja el tono tras ascenso de Obama

LA PAZ (AP). El presidente Evo Morales ha dicho antes y después del ascenso de Barak Obama que espera recomponer las deterioradas relaciones con Estados Unidos, pero no ha bajado el tono de sus críticas contra Washington que contrastan con la postura más conciliadora de su canciller David Choquehuanca.

En una rueda de prensa con corresponsales esta semana Morales calificó como "buena señal" el anuncio de Obama de cerrar la prisión militar de Guantánamo, para señalar luego que sería mejor si devuelve la bahía a Cuba.

Además, reiteró sus sospechas sobre presuntos planes de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA) para atentar contra su vida cuando era dirigente cocalero y diputado.

"Qué no habrá ahora después de expulsar al embajador de Estados Unidos, romper relaciones con Israel, es sencillo darnos cuenta", respondió a un reportero de la AP que le consultó sobre recientes amenazas, pero como en otras ocasiones no precisó sus denuncias.

Dijo que Washington había planificado un supuesto complot en 2005 para "cercar La Paz y hacer presidente a Hormando Vaca Díez", entonces presidente del Senado boliviano cuando la renuncia de Carlos Mesa a la presidencia del país creo un vacío de poder.

Poco después de esas declaraciones, su canciller David Choquehuanca habló ante consultas de la prensa de "reconstruir una relación positiva" con Washington. Incluso dijo "estamos hablando de restituir a nuestros embajadores".

Morales expulsó al embajador estadounidense por sospechas de injerencia en asuntos internos en septiembre en medio de una ola de protestas opositoras y poco después suspendió a la DEA tras acusarla de espionaje.

Pero ha mantenido el tono crítico incluso después de la asunción de Obama. El 22 de enero en su informe al Congreso al cumplir su tercer año de gobierno justificó la expulsión del diplomático y dijo que Washington actúo con "doble moral" porque dice defender la democracia "cuando quiere terminar con mi gobierno".

Kris Urs, el diplomático de más alto rango de la embajada de Estados Unidos en La Paz, abandonó la sesión en señal de protesta.

"Estoy muy molesto, son intolerables esas acusaciones infundadas y falsas. Hace unos días, (Morales) dijo que confía en mejorar las relaciones con Estados Unidos pero después sigue acusando. Lamentamos que siga usando a mi país como una ficha en su política interna", dijo Urs a los periodistas al salir del Congreso a medio informe del mandatario.

Tras ese episodio, Choquehuanca declaró: "Tenemos una agenda positiva que la hemos hecho conocer al Departamento de Estado (de Estados Unidos). Bolivia tiene interés de retomar esta agenda positiva".

Desde Washington la señal la dio la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, en su audiencia de confirmación en el Senado.

Clinton consideró como "especialmente crucial" la necesidad de emprender un trabajo más estrecho con Canadá y México, y aún cuando mencionó por sus nombres a los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales, no dio detalles de cómo trabajaría con los gobiernos de Venezuela y Bolivia.

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