CANCUN, México (AP). Algunos delegados reportaron este jueves progresos en las negociaciones de la cumbre de la ONU sobre cambio climático, aunque hay conjeturas de que el encuentro mundial se podría extender hasta el fin de semana debido a la complejidad de los temas.
Una vez más, las negociaciones anuales estipuladas por el tratado climático de las Naciones Unidas se acercaban al final sin esperanzas de producir un tratado vinculante que recorte las emisiones de gases que producen el llamado efecto invernadero. Desde el principio, las dos semanas de conversaciones se centraron más bien en temas secundarios, como la creación de un "fondo verde" que ayude a los países pobres a enfrentar el calentamiento global.
Sin embargo, en ésa y una media docena de otras áreas, los ministros del medio ambiente y otros delegados seguían peleando por la redacción final a medida que se acercaba el viernes, la fecha prevista inicialmente para concluir el encuentro.
El enviado especial de Brasil para cambio climático, Luiz Figueiredo, se mostró optimista sobre las negociaciones.
"Estamos involucrándonos con fuerza con las otras partes. Es una buena señal", dijo en rueda de prensa.
"Las partes están hablando, están negociando en los asuntos más difíciles, por lo que tengo mucha esperanza de que llegaremos a un buen resultado mañana", añadió.
Brasil e Inglaterra están a cargo de ayudar a desatorar una parte de los temas espinosos: un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto, que vence en el 2012.
No obstante, la delegación de Japón anticipó que la cumbre podría extenderse por lo menos hasta el sábado.
El negociador japonés Akira Yamada dijo que las conversaciones eran difíciles, aunque aseguró que "estamos involucrándonos para ver cómo encontramos un fraseo que complazca no sólo a Japón sino a los otros países".
Tokio se opone a un segundo periodo del Protocolo de Kioto.
Antes, la negociadora de Venezuela, Claudia Salerno, anticipó a la prensa que las siguientes horas serán cruciales para determinar el "acomodo final" de las negociaciones.
"No dormiremos esta noche; estamos todos preparados para quedarnos aquí", dijo.
La costarricense Christiana Figueres, principal responsable de asuntos del clima de la ONU, también se mostró esperanzada.
"Veo voluntad de las partes en cambiar sus posiciones. Veo un intercambio activo y abierto en las consultas ministeriales", dijo. "Pero hace falta hacer más. Llamo a todas las partes a redoblar sus esfuerzos".
En cuanto a un tratado integral, la Unión Europea se unió a Costa Rica y varias naciones insulares en una propuesta de que las partes se comprometan a adoptar un "instrumento vinculante" en la cumbre del año próximo en Durban, Sudáfrica.
Mientras los 15.000 delegados, activistas, empresarios y periodistas se reunían en esta ciudad turística del Caribe mexicano, el dióxido de carbono y otros gases contaminantes producidos por la industria, el transporte y la agricultura se siguen acumulando en la atmósfera terrestre. Los limitados recortes adoptados hasta ahora apenas han logrado frenar levemente ese proceso.
Los científicos dicen que las temperaturas mundiales podrían subir hasta 6,4 grados centígrados (11,5 grados Fahrenheit) este siglo si no se imponen recortes más severos. Esto causaría serios daños a los litorales, a la salud humana, la agricultura y las economías en general.
En la sesión plenaria del jueves participó el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien dijo que ya hay familias que no tienen agua por culpa del calentamiento y las sequías, y hay poblaciones isleñas que pueden perder sus hogares por el aumento en el nivel del mar.
"Si nosotros desde acá enviamos al basurero el Protocolo de Kioto seremos responsables de ecocidio, por tanto de genocidio, porque estamos atentando a la humanidad en su conjunto", señaló el mandatario.
La delegación boliviana presentó una propuesta para que las naciones industriales eliminen todas las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2040, una idea que no tiene posibilidades de ser adoptada.
El año pasado, la cumbre climática de Copenhague debió haber creado un pacto global por el que las naciones ricas y algunas pobres hubieran limitado sus emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero.
Ese acuerdo hubiera reemplazado al Protocolo de Kioto de 1997, que exigía a las naciones desarrolladas límites moderados a las emisiones, los que expiran en el 2012. Estados Unidos fue el único país industrializado que rechazó ese pacto, al decir que naciones emergentes como China e India también deberían haber hecho compromisos.
La cumbre del 2009 generó el "Acuerdo de Copenhague", por el que Estados Unidos, China y más de 80 países hicieron promesas de reducir sus emisiones en forma voluntaria o de al menos impedir que sigan creciendo.