MANILA Internacionales -  18 de diciembre de 2011 - 10:00

Sube a 521 cifra de muertos por tormentas en Filipinas

MANILA (AP). Súbitas inundaciones en el sur de Filipinas sorprendieron durante la noche a numerosas personas mientras dormían, con el resultado de unos 521 muertos, en su mayoría en dos ciudades costeras, tras el desborde de ríos y otras corrientes debido a los aguaceros de una tormenta tropical, dijeron el sábado las autoridades.

Con la desaparición de casi 300 personas, el secretario de defensa Voltaire Gazmin y los principales generales iban a sobrevolar la ciudad de Cagayan de Oro el domingo a fin de determinar las daños y calcular los esfuerzos de ayuda para miles de desamparados en los pueblos en momentos que las inundaciones comenzaba a despejar las aguas. Entre los suministros que se requieren con urgencia son féretros y bolsas, dijo Benito Ramos, que encabeza la agencia de respuesta del manejo de crisis del gobierno.

"Resulta abrumador. No pensamos que iban a morir tantos", comentó Ramos.

La secretaria general de la Cruz Roja en Filipinas, Gwen Pang, dijo a The Associated Press que la cifra de víctimas fatales se basó en el recuento de cadáveres en diversas funerarias.

De las personas que perdieron la vida, 229 corresponden a la ciudad de Cagayan de Oro, 144 a Iligan, cercana a la primera, y las restantes a diversas localidades en provincias del sur y centro del país, agregó.

La mayoría de las víctimas dormía el viernes por la noche cuando sus casas fueron inundadas por las aguas a causa del desbordamiento de ríos y torrentes que bajaban de las montañas tras un aguacero de 12 horas que azotó la región sureña de Mindanao.

Numerosos cadáveres continuaban sin ser reclamados en las funerarias, en un indicio de que perecieron familias completas, expresó Pang.

Miles de soldados con apoyo de centenares de policías, reservistas, efectivos de la guardia costera y voluntarios civiles fueron movilizados para las labores de rescate y limpieza en las dos ciudades costeras, a las que cubrían escombros, basura, vehículos volcados y árboles derribados tras las inundaciones.

Algunos de los cadáveres fueron arrastrados por las corrientes hasta el mar desde Cagayan de Oro e Iligan, ciudades a las que cruzan ríos y flanquean montañas, en una región que no está acostumbrada a los tifones, los cuales son comunes en otras partes de esta nación archipiélago.

El jefe de la oficina gubernamental de Defensa Civil, Benito Ramos, atribuyó el numero alto de víctimas fatales en Mindanao "en parte a la falta de acción de las personas debido a que no se ubican en el camino usual de las tormentas" a pesar de que las autoridades advirtieron durante cuatro días que se aproximaba una tormenta.

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