BOCA RATON ( AFP ) El presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney iniciaron este lunes el último debate en la carrera hacia la Casa Blanca, en momentos en que las encuestas los muestran cabeza a cabeza a dos semanas de las elecciones del 6 de noviembre.
El duelo de 90 minutos, enfocado en política exterior, arrancó en el auditorio de una universidad de Boca Ratón, a unos 70 km al norte de Miami, con el público que recibió con una cerrada ovación a ambos candidatos.
Una encuesta de NBC/Wall Street Journal publicada este lunes dio tanto Obama como Romney un 47% de intención de voto entre las personas dispuestas a votar.
Otro sondeo, de Politico/GWU, le da ventaja a Romney, un 49% frente al 47% que le concede a Obama.
"Este debate será de gran importancia", auguró Dan Gelber, un exsenador estatal de Miami Beach, Florida, que trabaja para la campaña de Obama.
"Tenemos acá muchas comunidades para las cuales es importante la política exterior, especialmente en el sur de Florida, donde hay comunidades judías, cubanas, haitianas e hispanas", señaló Gelber.
Florida parece inclinarse por Romney, según los sondeos, pero el republicano necesita otros estados clave para asegurar su victoria.
Ohio, un estado del centro del país con importante peso en el colegio electoral, que es el que dirime la presidencia estadounidense, está en manos de Obama, que ganaría con un 50% de los votos frente al 45% de Romney, según un sondeo de CBS/Quinnipiac.
Latino Decisions, una firma que viene realizando un sondeo semanal entre hispanos a nivel nacional desde setiembre, confirmó la gran tendencia en favor de Obama.
El 71% de los hispanos votarían por el presidente demócrata, frente al 20% que optaría por Romney.
El peso de la economía
En el menú del debate del lunes aparecerán sin duda la seguridad en Libia, cómo contener las aspiraciones nucleares de Irán, la guerra civil en Siria, el fin de la guerra en Afganistán y el avance de China.
Pero también, dado el escenario, podrán tocar temas relacionados con América Latina, como la política hacia Cuba o el comercio, además de la economía del país, la gran preocupación de los votantes, según todos los sondeos.
Tanto Obama como Romney presentan a América Latina como un mercado con gran potencial para ser reconquistado por Estados Unidos, gracias a su buen crecimiento económico.
Romney, un empresario que se muestra más cómodo hablando de economía, insistirá en que el ataque en Libia y la reciente violencia antiestadounidense en Medio Oriente son señales de que la política exterior de Obama se está "deshaciendo".
Pero Obama tampoco las tiene todas consigo: según un sondeo del instituto Pew Research Center, el presidente aventaja en 4 puntos a su contrincante republicano en política exterior, una distancia mucho menor a los 15 puntos de hace un mes.
La misión de Obama será recordar a los estadounidenses sus éxitos, como haber finalizado la impopular guerra en Irak o haber acabado con Osama bin Laden, mientras tratará de mostrar a Romney como una persona sin experiencia.
"El equipo de campaña de Romney intenta decir que si (el republicano) muestra que tiene confianza en sí mismo todo irá bien. Esos no son los criterios para ser un comandante en jefe", dijo el senador demócrata y ex candidato presidencial John Kerry.
Otro ex candidato presidencial, el republicano John McCain, vino en ayuda de Romney al considerar que el presidente tuvo "un fracaso inaceptable" con la crisis causada por el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, que se saldó con cuatro muertes.
Romney ha insistido en que una economía robusta a nivel local proyecta a su vez un liderazgo internacional fuerte.
Aparte del ataque al consulado en Libia, el otro tema que probablemente dominará el debate será el programa nuclear de Irán.
El fin de semana el diario The New York Times reportó que según funcionarios estadounidenses, Irán estaba dispuesto a sostener negociaciones directas con Washington.
La Casa Blanca desmintió la información, pero líderes republicanos la usaron ya para criticar a Obama.