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Al menos 40 personas murieron en Bangui desde el miércoles

Tropas francesas patrullaban este jueves Bangui, la capital de la República Centroafricana, un día después de los violentos enfrentamientos que vivió la ciudad el miércoles y que se saldaron con al menos 40 muertos.

"Unos 40 cuerpos fueron recogidos por el momento y se dispensaron los primeros auxilios a unos 30 heridos", declaró el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), David Pierre Marquet.

Por otro lado, se encontraron "unos 60" cuerpos el 23 de diciembre en la capital centroafricana, precisó.

La Cruz Roja centroafricana recoge los cuerpos y los lleva a la morgue del hospital de Bangui.

El CICR no dispone todavía de un balance completo de los muertos registrados desde el comienzo de la violencia el 5 de diciembre.

Tras una nueva jornada de caos en Bangui, 600 soldados de las fuerzas francesas de la operación Sangaris se desplegaron en los barrios de Gobongo, en el norte de Bangui, y Pabongo, en el sur.

Los disparos durante toda la jornada del miércoles sembraron el pánico en los barrios del norte de la capital y cerca del aeropuerto, donde están acantonadas las fuerzas de Sangaris y la Fuerza Africana en República Centroafricana (MISCA).

El origen de estos disparos seguía siendo un enigma este jueves. Algunos habitantes decían que se trató de un ataque de las milicias "anti-balaka" (milicias cristianas de autodefensa) contra efectivos del contingente chadiano.

El ejército francés no dio ninguna explicación sobre estos incidentes en los que también murieron cinco soldados chadianos, indicó la Misca.

"Muchas de nuestras posiciones fueron atacadas durante la noche", dijo a la AFP el jefe del contingente burundés de la Misca, el teniente coronel Pontien Hakizimana. "Contuvimos a los asaltantes sin pérdidas en nuestro bando", indicó.

En la ciudad se respiraba este jueves una calma precaria. En Gobongo y los barrios vecinos los habitantes empezaron a salir con prudencia a la calle o a volver a sus casas tras haber huido al aeropuerto, donde se amontonaban ya decenas de miles de desplazados en condiciones precarias.

El arzobispo de Bangui, monseñor Dieudonné Nzapalainga, y el presidente de la comunidad musulmana de República Centroafricana, el imán Omar Kobine Layama, urgieron el jueves a la ONU a desplegar cascos azules.

Los "progresos realizados" desde el despliegue de 1.600 soldados franceses desde principios de diciembre en apoyo a los 4.000 de la Misca son "frágiles, y las tropas no podrán soportar esta carga ellas solas", dijeron en una columna publicada en el diario francés Le Monde.

Un millar de personas murieron desde el 5 de diciembre en el país por los ataques de las milicias "anti-balaka" y las represalias de los exrebeldes Seleka que en marzo derrocaron al presidente François Bozizé y sometieron a la población a todo tipo de abusos.

Muchos cristianos, víctimas durante meses de Seleka, tienen sed de venganza contra los exrebeldes y los civiles musulmanes que se les han unido.

La tarea de los soldados franceses se complica además por la actitud y las ambigüedades de su aliado Chad.

El contingente chadiano, de 850 efectivos, es omnipresente en Bangui, donde tiene un papel protector de la minoría musulmana y, de hecho, del poder del presidente (y exjefe rebelde) Michel Djotodia.

Pero los centroafricanos acusan a los chadianos de apoyar a los exrebeldes de Seleka. Los soldados chadianos se vieron además implicados en varios incidentes recientes, incluyendo un tiroteo con el contingente burundés de la Misca.

La violencia que sacude la República Centroafricana provocó el desplazamiento de casi 710.000 personas en todo el país, según el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR).

Según un portavoz de ACNUR en Ginebra, Adrian Edwards, estas cifras están por debajo de la realidad ya que hay un deterioro de la situación".

FUENTE: AFP