BAGDAD Internacionales -  1 de febrero de 2014 - 21:30

ONU: Más de 733 iraquíes murieron en enero

Las Naciones Unidas denunciaron el sábado que al menos 733 iraquíes murieron por hechos de violencia en su país durante enero, aunque la organización no pudo incluir las bajas en una provincia occidental asediada.

Según las cifras publicadas por la misión de la ONU en Irak, 618 civiles y 115 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en enero. Sin embargo, los cálculos de la misión excluyen las muertes por los continuos enfrentamientos en la provincia de Anbar, debido a la dificultad para verificar la "situación de los fallecidos". Las cifras también dejaron fuera a los que perdieron la vida entre las filas insurgentes.

Además, la ONU dijo que al menos 1.229 iraquíes resultaron heridos en ataques en todo el país el mes pasado.

La provincia de Bagdad fue la más afectada, con 297 muertos y 585 heridos.

Los combatientes vinculados con al-Qaida y sus aliados tomaron el mes pasado el control de la ciudad de Faluya y partes de Ramadi —la capital de la provincia de Anbar— después que las autoridades desmantelaron un campamento de protesta de suníes, los cuales estaban furiosos por lo que consideran un tratamiento de segunda clase por parte del gobierno liderado por chiíes.

El gobierno y sus aliados tribales están asediando las zonas controladas por los rebeldes, donde se informa de combates a diario.

Nickolai Mladenov, jefe de la misión de la ONU, expresó su preocupación sobre la situación humanitaria en Anbar, y subrayó que miles de familias están siendo desplazadas y otras han quedado varadas en la sitiada Faluya.

"Estoy profundamente alarmado por la situación humanitaria de miles de familias desplazadas y en particular de aquellas que quedaron varadas en Faluya. Sufren escasez de agua, combustible, alimentos, medicamentos y otros productos básicos", dijo.

La semana pasada, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, por sus siglas en inglés) señaló que 140.000 iraquíes han huido de las zonas en conflicto en Anbar, el mayor número de civiles desplazados en el país desde la violencia sectaria registrada entre 2006 y 2008.

Recientemente, el Comité Internacional de la Cruz Roja indicó haber proporcionado cobijas, alimentos y utensilios de cocina a más de 3.000 personas en el centro de Faluya.

En los actos de violencia en curso, una bomba estalló el sábado cerca de un mercado al aire libre en los suburbios del sur de Bagdad, lo que dejó dos muertos y ocho heridos, de acuerdo con la policía.

En otro incidente, una bomba explotó al lado de una carretera mientras pasaba una patrulla del ejército en la zona de Mishahda al norte de la capital iraquí. Un soldado murió y otros cinco quedaron heridos.

Mientras tanto, un comunicado del Ministerio de Defensa iraquí señaló que proyectiles del ejército y ataques aéreos derivaron en la muerte de 15 milicianos durante enfrentamientos en el extremo sur de Faluya.

En la noche, un auto bomba explotó junto a una serie de tiendas en el oeste de Bagdad, dijeron las autoridades. Murieron tres personas y 11 resultaron lesionadas.

Una hora después, señaló la policía, el estallido de un coche bomba en un distrito comercial de Bagdad causó la muerte de cuatro personas y que nueve sufrieran heridas.

Funcionarios de hospitales confirmaron las cifras de muertes de todos los ataques. Todos hablaron a condición de guardar el anonimato porque carecen de autorización para declarar a la prensa.

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