Los nigerianos residentes de una ciudad fronteriza que han sido atacados repetidamente por extremistas islámicos —quienes la semana pasada mataron a más de 300 personas— dijeron el lunes que cientos de ellos se estaban mudando al vecino Camerún porque no pueden confiar en que las fuerzas militares de Nigeria los protegerán.
Los residentes de Gamboru dijeron a The Associated Press que una semana después del ataque más reciente siguen encontrando cadáveres.
El funcionario local Bukar Mustapha dijo que los extremistas mataron a más de 300 personas, además de dañar con explosivos y quemar más de 1.000 comercios, decenas de viviendas y 314 camiones y automóviles. También dañaron fuertemente un puente que une a Nigeria con los vecinos Chad y Camerún.
Los residentes dijeron que los soldados abandonaron la ciudad cuando advirtieron que los extremistas estaban a punto de atacar. Ellos hablaron el domingo durante una visita del gobernador del estado.
Miles de personas han muerto por el levantamiento islámico, que comenzó hace cinco años.