Demócratas de Texas señalan que la solución al problema del aumento en cantidad de menores inmigrantes que llegan a Estados Unidos es una política menos rígida, mientras los republicanos en el estado hacen énfasis en las operaciones para detener los cruces en la frontera primero y después atender todo lo demás.
Ambas partes coinciden en que una "crisis humanitaria" se está desarrollando en el sur de Texas pero las diferencias sobre cómo abordar el problema muestran las profundas diferencias en torno al tema de la inmigración. Cada una sostiene que su postura es la clave para cortejar a votantes entre la creciente población hispana del país.
La Patrulla Fronteriza en el sur de Texas ha sido sobrepasada desde hace meses por la ola de menores sin compañía que llegan de Centroamérica. De modo que de que de otra forma sería sólo retórica política puede ser sometido prueba en un año electoral.
En su convención estatal en Dallas este fin de semana, los demócratas aprobaron una plataforma que apoya la "alcanzable vía a la ciudadanía" para las personas que ingresaron sin autorización a Estados Unidos. Dicen que eso les ayudará a cortar la racha de 20 años de elecciones estatales ganadas por los republicanos.
Pero hace apenas dos semanas los republicanos en Texas eliminaron de su plataforma una propuesta aprobada en 2012 que pedía la puesta en marcha de un programa de trabajadores inmigrantes que se encontraran en el país sin autorización y añadieron párrafos que priorizan la seguridad en la frontera.
El presidente del Partido Demócrata, Gilberto Hinojosa, quien fue reelecto en su cargo tras la convención, dijo que su partido no "cree en un programa de trabajadores huéspedes. Ese tipo de programas siempre acaban llevando a la explotación".
Por su parte, los más importantes conservadores del estado, encabezados por el senador estatal Dan Patrick, aspirante republicano al cargo de vicegobernador, dijo que la mayoría de los texanos, incluidos los hispanos, están preocupados por la ola de inmigrantes que cruzan la frontera y que la adopción de una política de línea dura es la mejor manera de asegurar que su dominio político continúe durante las próximas dos décadas.
FUENTE: AP