La presidenta argentina Cristina Fernández conmemoró el sábado los 31 años del retorno a la democracia en el país con una fiesta popular en la que defendió los logros del kirchnerismo.
"La democracia sólo tiene sentido cuando se llena de igualdad social", afirmó en el esperado discurso que puso fin a la jornada, la cual contó con amplia participación de ciudadanos en celebración del retorno a la democracia y el Día de los Derechos Humanos.
Fernández ensalzó los logros en igualdad y desarrollo social alcanzados durante los 11 años que su marido primero, y luego ella, han gobernado el país en un momento en que su gobierno se ha visto asediado por varios escándalos judiciales.
"A la democracia le faltaba la construcción de igualdad. Ese 25 de mayo de 2003 (cuando Néstor Kirchner ascendió al poder) comenzamos a construir el concepto de igualdad social, económico, político y de género que llena de contenido la libertad, y eso le da verdadero sentido a la democracia", afirmó la mandataria en un acto final que hubo de ser trasladado desde los balcones de la Casa Rosada al Salón de Mujeres del Bicentenario debido a la tormenta que se desató poco antes.
"En aquel entonces en una Argentina devastada, sumida en la desesperanza, comenzamos una larga marcha de 11 años y podemos decir que este proyecto político con sus errores y aciertos ha comenzado a construir el concepto de igualdad, cambiando la motriz del modelo económico, industrializando el país, generando miles de puestos de trabajo", continuó.
Fernández denunció la persecución judicial que padece su gobierno y dijo que ahora a los "sicarios mediáticos se unen los judiciales", defendiendo así al ministro de Justicia, Julio Alak, citado a declarar por supuestas irregularidades durante su pasada intervención en Aerolíneas Argentinas.
Además, el jueves pasado el vicepresidente del país, Amado Boudou, fue convocado a un juicio oral por la falsificación de un documento público, y la propia Fernández se vio involucrada en escándalos judiciales semanas después de que un juez ordenara el allanamiento de la sede en Buenos Aires de la empresa Hotesur, de la cual la presidenta es accionista y que habría cometido supuestas irregularidades.
Tuvo también palabras para los fondos especulativos que en Estados Unidos exigen al país el pago de al menos 1.500 millones de dólares en bonos de deuda gubernamental, a los que ella denomina "fondos buitres", de los que dijo están perdiendo "algunas plumas".
Señaló también que se equivocaron aquellos que pronosticaban que a estas alturas el país estaría en una debacle económica.
"A los que pensaban que Argentina iba a estar boqueando (expirando), hoy estamos en condiciones de pagarles toda la deuda. Le decimos a nuestros acreedores que vengan, porque tenemos cómo pagarles, y saben que estamos dejando una Argentina desendeudada", afirmó.
El gobierno anunció el jueves que ofrecerá en diciembre a los acreedores un pago anticipado de un bono que vence en 2015 para "cortar de cuajo" las especulaciones sobre la supuesta incapacidad de pago del país.