Se teme que más de 30 casas hayan sido destruidas en el incendio fuera de control contra el que luchan los bomberos en el estado de Australia del Sur, inclusive se advirtió que hay vidas en peligro a pesar de una mejora de las condiciones cclimáticas.
El incendio devastador, que estalló el viernes en Sampson Flaten en el monte Lofty Ranges al este de Adelaide, continuó extendiéndose durante el fin de semana.
Los bomberos esperan que un descenso de las temperaturas este domingo ayude en las tareas de extinción, aunque se prevé que el miércoles vuelvan a aumentar hasta unos 39º centígrados.
"Puedo confirmar que 12 casas han quedado destruidas, y se teme que otras 20 también se hayan perdido", dijo a la prensa el primer ministro de Australia del Sur, Jay Weatherill.
Más de 11.000 hectáreas han quedado calcinadas en Adelaide Hills, un área de monte bajo en la que viven unas 40.000 personas, y es famosa por su producción vitivinícola.
Centenares de bomberos de los estados vecinos de Victoria y Nueva Gales del Sur se unieron a sus colegas este domingo, alcanzando a unos 800 efectivos en total. Unas 22 personas, en su mayoría soldados del fuego, han sufrido heridas leves desde el comienzo del incendio.
En 1983, los violentos incendios provocaron más de 70 muertos en las regiones de Australia del Sur y Victoria tras destruir miles de viviendas, y en febrero de 2009, un "sábado negro" se cobró 173 víctimas mortales en Victoria y destruyó más de 2.000 viviendas.
Los incendios de monte bajo son muy frecuentes en Australia durante el verano.
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