Loretta Lynch, nominada al cargo de secretaria de Justicia, obtuvo el jueves dos apoyos republicanos cruciales en ruta a su probable confirmación como la primera mujer de raza negra en el puesto judicial más importante de Estados Unidos.
"Creo que no sólo está calificada, sino excepcionalmente bien calificada y además es una buena persona", dijo desde el estrado el senador Orrin Hatch, un republicano de alto rango en la Comisión Judicial del Senado, en el segundo día de la audiencia de confirmación de Lynch para reemplazar a Eric Holder.
Otro senador republicano de la comisión, el legislador Jeff Flake, señaló más tarde que él también tenía la intención de respaldar la nominación de Lynch. El senador republicano Lindsey Graham dijo que él también se inclinaba por hacer lo mismo.
Eso parece garantizar la aprobación de Lynch por parte de la Comisión Judicial en las próximas semanas, ya que ella necesita sólo dos votos republicanos del panel si todos los demócratas la apoyan. Desde ahí, su nominación pasaría al pleno del Senado, donde también es probable que obtenga la aprobación.
Lynch, de 55 años, principal fiscal federal desde 2010 para partes de la ciudad de Nueva York y Long Island, prometió a los senadores un inicio fresco respecto a Holder, quien se ha enfrentado con regularidad con congresistas republicanos durante sus seis años en el cargo. Los republicanos se burlan de él calificándolo de agitador liberal y porrista del presidente Barack Obama, y están ansiosos por deshacerse de él.
Es por ello en parte el apoyo republicano a Lynch después de la audiencia del miércoles que duró todo el día, donde ella de manera tranquila prometió independencia con respecto a Obama y trabajar con el Congreso, controlado por los republicanos.
"Si fuera confirmada como secretaria de Justicia, sería yo misma. Sería Loretta Lynch", dijo cuando los senadores le preguntaron cómo podrían estar seguros que operaría de manera diferente.
Lynch no estuvo el jueves en el segundo día su audiencia de confirmación, la cual fue dedicada al testimonio de testigos externos, varios de los cuales fueron convocados por republicanos para amplificar sus críticas a Obama y Holder.
El miércoles, Lynch apoyó ciertas decisiones de política de Holder, estando de acuerdo con sus aseveraciones de que el interrogatorio con simulación de ahogamiento es tortura y es ilegal, de que las cortes civiles son un recinto apropiado para procesar a presuntos terroristas capturados en el extranjero, y que los recursos limitados del departamento es mejor reservarlos para perseguir a criminales violentos. Ofreció apoyo a algunas políticas controversiales del gobierno de Obama, incluida la protección unilateral por parte del mandatario a millones de inmigrantes que residen en el país sin permiso.
Pero en otros puntos, ella se manifestó a favor de una posición más fuerte en materia de orden público, anunciando sin vacilación su apoyo a la pena de muerte como un castigo efectivo, un cambio de tono con respecto a Holder.