El papa Francisco reconoció este martes como "mártir" de la Iglesia al asesinado arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, un paso clave para su beatificación.
Con la firma del decreto, promulgado este martes, no será necesario demostrar el prelado realizó algún milagro para beatificarlo.
Romero, conocido por ser un defensor de los pobres, fue asesinado en 1980 por un comando de extrema derecha cuando oficiaba misa.
La beatificación del obispo salvadoreño está cada vez más cerca después de que el papa validara el "martirio" del prelado asesinado.
Romero fue asesinado por "odio a la fe", según reza el decreto.
Llamado "la voz de los sin voz" por denunciar la injusticia social y la represión, Romero fue asesinado por un francotirador cuando oficiaba misa en la capilla de un hospital de cancerosos de El Salvador el 24 de marzo de 1980, un día después de dirigirse a los soldados en su homilía: "Les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: cesen la represión".
Aunque no perteneció a la corriente de la Teología de la Liberación, reprimida durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, Romero fue un defensor de los pobres, en particular de los campesinos expulsados de sus tierras.
El papa Francisco, tradicional en cuanto a los dogmas pero comprometido con las cuestiones de justicia social, se identifica con la figura de Romero.
FUENTE: AFP