Cerca de 13.800 egipcios abandonaron el territorio libio desde la supuesta decapitación de una veintena de coptos en el norte de ese país, informó hoy a Efe el portavoz del Ministerio de Exteriores de Egipto, Badr Abdelati.
Este éxodo de ciudadanos nacionales de Egipto que vivían o trabajaban en Libia comenzó el pasado 16 de febrero, tras la publicación del vídeo del asesinato de una veintena de coptos a manos de grupos leales al yihadista Estado Islámico (EI) después de ser secuestrados en la ciudad de Sirte, en el norte libio.
Alrededor de 13.000 personas han entrado a Egipto a través del paso fronterizo de Al Salum, en el noroeste del país, mientras que otras 800 personas llegaron por vía aérea al aeropuerto Internacional de El Cairo procedentes de Túnez.
La agencia estatal de noticias Mena especificó que hoy llegó a El Cairo el cuarto avión procedente de Túnez, desde el inicio de la crisis, con 261 ciudadanos egipcios.
Abdelati destacó que se trata de una decisión voluntaria de esos ciudadanos que han decidido regresar a Egipto por vía terrestre, o entrando a Túnez como primer paso para luego ser trasladados por avión a El Cairo.
Por su parte, Mena publicó ayer que al menos 3.107 personas entraron en Egipto solo en 24 horas por el paso de Al Salum.
Tras la difusión de las imágenes del asesinato y como respuesta a ello, las fuerzas egipcias bombardearon objetivos extremistas en Libia.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ordenó a su gobierno la prohibición "con firmeza" de los viajes de egipcios a Libia, así como, la repatriación de sus ciudadanos en ese país que desean volver a Egipto.