Cientos de sirios participaron el lunes en una concentración en una emblemática plaza en la capital del país, Damasco, en apoyo de sus fuerzas armadas que, según dijeron, salieron exitosas de los ataques aéreos conjuntos sin precedentes de Occidente durante el fin de semana.
La manifestación en la Plaza Omayyad fue transmitida en vivo por medios estatales sirios. Los asistentes, que ondearon banderas sirias durante el acto convocado bajo el lema “saludo a los logros del ejército árabe sirio”, prendieron fuegos artificiales y realizaron disparos de celebración.
Durante la concentración pudieron escucharse consignas como “Alá, Siria, y solo Bashar”, en referencia al presidente del país Bashar Assad.
La operación militar conjunta de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia alcanzó puntos que, según los tres países, estaban ligados al programa de armas químicas sirio. La ofensiva aérea estuvo provocada por un supuesto ataque químico en la localidad de Douma, en el suburbio de Ghouta oriental, justo a las afueras de Damasco.
De acuerdo con activistas, más de 40 personas murieron en un ataque que tanto Siria como Rusia niegan. Moscú acusó a Gran Bretaña de estar detrás de su organización.
La operación del sábado se produjo poco antes de la llegada al país de un equipo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) para investigar el ataque del pasado 7 de abril. Se espera que la misión visite Douma, donde se han desplegado efectivos de seguridad de Siria y Rusia tras la entrega de la localidad a Damasco, lo que según la oposición podría impedir encontrar pruebas del uso de armas químicas.
La OPCW celebrará una reunión de emergencia el lunes en La Haya, Holanda, para discutir el presunto ataque sobre Douma.
La ofensiva de Occidente aumentó la tensión en el plano internacional, mientras Washington y Moscú intercambiaban amenazas de represalias. La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, indicó que el lunes se anunciarán nuevas sanciones económicas contra Rusia por permitir que el gobierno de Assad siga empleando este tipo de armamento.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo el domingo que los ataques militares violaron la Carta de la ONU y que si continúan “entrañarán inevitablemente un caos en las relaciones internacionales”, según un comunicado del Kremlin.
El gobierno sirio recuperó el control de Douma, el último feudo rebelde de Ghouta oriental, el pasado sábado luego de la rendición de los rebeldes tras una intensa ofensiva de varias semanas.
Los medios estatales y las autoridades rusas y sirias han intentado minimizar el impacto de la operación militar conjunta de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, diciendo que las defensas aéreas sirias habían interceptado la mayoría de los misiles. Según el Pentágono, ninguno de los proyectiles fue derribado.