China reforzó el martes la seguridad en torno a la Plaza de Tiananmen, en el centro de Beijing, y su embajada en Washington criticó a un alto cargo del gobierno estadounidense por un comunicado sobre su sangrienta represión de protestas prodemocracia en la plaza hace 30 años.
Los turistas que acudieron antes de las 5 de la mañana para ver la ceremonia diaria de izado de bandera en la plaza encontraron controles adicionales y calles cortadas. Una guardia de honor marchó por una calle cortada y alzó la bandera china mientras sonaba el himno nacional.
La estrecha seguridad sirvió como recordatorio de los intentos del gobierno por sofocar cualquier recuerdo de la represión en la noche del 3 al 4 de junio de 1989, en la que se cree murieron cientos y quizá miles de personas.
Para muchos chinos, el 30mo aniversario pasará como cualquier otro día. Toda conmemoración del suceso está prohibida en la China continental, y el gobierno ha bloqueado el acceso a la información sobre el tema en internet.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, emitió un comunicado el lunes rindiendo homenaje a lo que describió como “héroes del pueblo chino que se alzaron valientemente hace 30 años (...) para reclamar sus derechos”.
Pompeo instó a China a publicar un conteo de los fallecidos y dijo que las esperanzas estadounidenses de que China se convirtiera en una sociedad más abierta y tolerante han desaparecido.
En respuesta, la embajada china en Washington publicó un texto en su sitio web afirmando que el comunicado de Pompeo era una “grave intromisión” en los asuntos internos chinos y calumniaba sus políticas interior y de exteriores.
El gobierno y el pueblo chino, afirmó el texto de la embajada, alcanzaron un veredicto hace mucho sobre “el incidente político de finales de la década de 1980”, y el rápido desarrollo económico y los progresos en democracia y estado de derecho demuestran que está en el camino correcto.
Los analistas señalan que la represión de esas protestas puso al gobernante Partido Comunista en una senda de represión y control que continúa a día de hoy.
“Ahora ejercen una enorme cantidad de represión porque se embarcaron en una estrategia de no dialogar con el pueblo”, dijo Andrew Nathan, profesor de la Universidad de Columbia sobre política china.
“El partido sabe lo que es mejor, el partido decide y el pueblo no tiene voz”, dijo. “Eso requiere una represión cada vez más intensa de todas las fuerzas en la sociedad que quieren ser escuchadas”.
Se esperaba que miles de personas acudieran el martes por la noche a una vigilia con velas en Hong Kong, que disfruta de mayores libertades según el acuerdo alcanzado antes de la devolución de la excolonia británica a China en 1997.
FUENTE: AP