La Eurocámara tiene previsto constituirse este martes en Estrasburgo (noreste de Francia), donde se esperan las protestas de independentistas catalanes contra la imposibilidad para su líder Carles Puigdemont de ocupar su escaño en el nuevo hemiciclo.
A las 10H00 (08H00 GMT), arranca la nueva legislatura en el Parlamento Europeo con la primera sesión plenaria, que se suspenderá poco después hasta el miércoles, cuando está prevista la elección del nuevo presidente de la institución.
Frente a la sede, está prevista a lo largo de la mañana la protesta de los independentistas catalanes que se produce después que la justicia europea rechazara la víspera aplicar las medidas cautelares reclamadas por Puigdemont para poder asumir el cargo de eurodiputado este martes.
"Hoy las calles de Estrasburgo hablan catalán, pero sobre todo hablan demócrata", tuiteó en catalán el ex presidente regional catalán, residente en Bélgica y sobre quien pesa una orden de detención en España por el intento de secesión de octubre de 2017.
Puigdemont fue electo eurodiputado pero no se presentó a prestar juramento ante la administración electoral española en Madrid, por lo que España no comunicó su nombre a la Eurocámara entre los eurodiputados electos por esta circunscripción.
Su escaño queda así vacante, al igual que el de su compañero de lista Toni Comín, y el del otro líder independentista Oriol Junqueras, en prisión preventiva en España a la espera de sentencia, acusados de los mismos cargos.
Al no contar con una orden de detención europea, Puigdemont puede viajar a Estrasburgo libremente. Según fuentes de la Eurocámara, el político catalán puede entrar en la sede si es invitado, aunque no puede ocupar ningún escaño.
Las miradas también estarán puestas este martes en los eurodiputados británicos, quienes ocuparán sus escaños para una nueva legislatura a la espera de si se consuma la retirada de Reino Unido de la UE, prevista actualmente el próximo 31 de octubre.
Tras su marcha, el hemiciclo pasará de 751 a 705 escaños y una parte de los ocupados actualmente por los británicos se repartirán entre otros países, como España y Francia que ganarán cinco curules cada uno.