Un faro de 120 años fue colocado sobre ruedas y rieles y trasladado tierra adentro desde una costa en erosión en el Mar del Norte en Dinamarca el martes.
El faro Rubjerg Knude fue movido 70 metros (300 pies), dijo Kjeld Pedersen, el albañil a cargo de la operación, que tomó menos que las esperadas 10 horas. Ahora se verterá concreto en la base del edificio de 1.000 toneladas.
El faro tiene 23 metros (76 pies) de altura y está en un acantilado 60 metros (200 pies) sobre el mar.
Cuando entró en servicio en 1900, estaba a unos 200 metros (656 pies) de la costa. Pero la erosión hizo que, para cuando comenzó el traslado el martes por la mañana, estaba apenas a 6 metros (19 pies y medio).
El ministerio del Ambiente de Dinamarca gastó 5 millones de coronas (747.000 dólares) para salvar el edificio, que de otra manera habría sido desmantelado. La ministra Lea Wermelin ha calificado el edificio blanco como “tesoro nacional”.
El alcalde local Arne Boelt y el pueblo de Hjoerring contribuyeron a financiar la mudada.
El faro dejó de operar en 1968 y fue convertido en un museo brevemente, incluyendo una exhibición sobre los problemas de la estructura con la erosión.
Al final fue cerrado, debido a los movimientos de arenas que sepultaron dos edificios adyacentes. EL afro, sin embargo, aún recibe más de 250 visitantes al año.
El traslado fue transmitido en vivo por la televisión en Dinanarca.
En el 2008, una iglesia cercana fue desmantelada para prevenir que cayese al mar. La iglesia románica MaaruoIn, construida sobre un acantilado alrededor de 1250, fue escogida para una escena de la película “La fiesta de Babette”, que en 1987 fue el primer film danés en ganar el Oscar a mejor película en idioma extranjero.