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El Vaticano pide investigar incendio en catedral de Managua

El Vaticano pidió al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua “una investigación seria, cuidadosa y transparente” sobre el incendio ocurrido el viernes en la capilla de la Catedral Metropolitana de Managua, donde quedó calcinada la venerada imagen de la Sangre de Cristo, suceso que la Arquidiócesis capitalina y el papa Francisco calificaron como un “atentado”.

Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, nuncio apostólico en Nicaragua, dijo el lunes a The Associated Press que tiene “sentimientos de profunda tristeza y asombro” por el hecho, que se suma a recientes ataques y profanaciones de personas desconocidas contra por lo menos tres templos católicos en distintas localidades del país.

“Son actos delincuenciales promovidos por el odio y la división, lamentablemente muy radicados en gran parte de la sociedad nicaragüense. A uno le da tristeza frente a las situaciones de este tipo y no se encuentran razones por los hechos ocurridos”, declaró el representante del papa.

El viernes por la mañana, un incendio se desató al interior de la capilla de la Catedral. En un comunicado, la Arquidiócesis capitalina informó: “Una persona no identificada ingresó a la capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral Metropolitana de Managua y arrojó una bomba, produciendo un incendio en donde permanece la sagrada y venerada imagen de la Sangre de Cristo y el Santísimo”.

En una declaración casi inmediata, antes de que la policía emitiera alguna información, la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, dijo que había ocurrido “un incendio” causado por velas encendidas en el lugar, donde una cortina tomó fuego. Su versión fue desmentida por el arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, quien dijo que “nuestra capilla no tiene cortinas ni veladoras”, y aseguró que se trató de “un acto de terrorismo”.

El suceso ha conmocionado a miles de católicos en este país, donde una gran mayoría de la población profesa el cristianismo. La imagen destruida por el fuego había sido traída a Nicaragua procedente de Guatemala, en 1638.

El domingo, durante el rezo del Ángelus, el papa dijo que oraba por los nicaragüenses tras el “atentado” del viernes. “Pienso en el pueblo de Nicaragua que sufre por el atentado a la Catedral de Managua, donde ha sido muy dañada, casi destruida, la imagen tan venerada de Cristo que ha acompañado y sostenido durante siglos la vida del pueblo fiel”, expresó Francisco.

“El Santo Padre está preocupado y bien informado directamente de mi persona y, no obstante, confía que el odio se puede vencer solamente con el bien/amor que sabe hasta perdonar”, comentó monseñor Sommertag.

La policía no ha determinado aún el origen del incendio y mantiene presencia permanente en la Catedral, donde el fin de semana se realizaron misas junto a la capilla en escombros.

“Pedí una investigación seria, cuidadosa y transparente”, dijo Sommertag y añadió que el gobierno le aseguró que ya “se están ocupando de eso”.

“La Santa Sede espera que las autoridades competentes encargadas de la investigación hagan su trabajo”, subrayó.

En los últimos días desconocidos causaron destrozos en pequeñas iglesias de los municipios de Nindirí y Veracruz, en la vecina provincia de Masaya. El domingo, un hombre rompió de una pedrada el vidrio de la urna de Jesús en la parroquia Santa Rosa de Lima, en León —al occidente— y antes de huir lanzó otra pedrada al sacerdote que oficiaba la misa.

El gobierno sandinista mantiene una tensa relación con la jerarquía católica desde abril de 2018 cuando, en el marco de una revuelta social, Ortega acusó a los obispos de apoyar “un fallido golpe de Estado” de la oposición en su contra.