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Acaba la cuarentena del equipo de la OMS que visita Wuhan

Los investigadores, que tuvieron que cumplir una cuarentena de 14 días a su llegada al país, abandonaron su hotel y se subieron a un autobús a media tarde.

La misión ha adquirido connotaciones políticas ya que China busca evitar la culpa por posibles pasos en falso en su respuesta inicial al brote. Una de las principales preguntas es a dónde permitirá Beijing que lleguen los investigadores y con quién podrán hablar.

Vallas de plástico amarillo bloqueaban la entrara al hotel, manteniendo a la prensa alejada. Antes de subir al bus, operarios con trajes de protección metieron el equipaje en el vehículo, incluyendo dos instrumentos musicales, una pesa de gimnasio y cuatro esterillas de yoga.

El personal del hotel despidió a los investigadores cuando subieron al bus, posiblemente para ir a otro hotel. El conductor llevaba un traje de protección blanco, mientras que los expertos usaron mascarilla.

El exfuncionario de la OMS Keiji Fukuda, que no forma parte del equipo en Wuhan, advirtió a principios de mes que no se deberían esperar avances y señaló que podrían pasar años hasta que se puedan sacar conclusiones firmes sobre el origen del virus.

Entre los lugares que podrían visitar están el mercado de pescado de Huanan, al que se ligaron varios de los primeros positivos, y centros de investigación y hospitales que trataron a pacientes en el punto álgido del brote.

La misión se materializó tras considerables disputas entre las dos partes, que derivó en una inusual queja de la OMS alegando que China estaba tardando demasiado en concretar los últimos arreglos.

China, que se ha opuesto firmemente a una investigación independiente si no tenía pleno control, dijo que el asunto era complicado y que su personal médico estaba preocupado por los nuevos focos dek virus en Beijing, Shanghai y en otras ciudades.

Aunque en un primer momento la OMS recibió críticas, especialmente de Estados Unidos por no haber sido suficientemente crítica con la respuesta de Beijing, recientemente acusó a China y a otro países de actuar demasiado lento al inicio del brote. Esto causó una rara admisión por parte de las autoridades chinas de que podrían haberlo hecho mejor.

En general, China ha defendido su reacción, posiblemente por la preocupación por los costos de reputación o incluso financieros si se considera que no actuó correctamente.