Un pueblo en el oeste de Alemania que va a ser demolido para dar paso a la ampliación de una mina de carbón ha quedado libre de ambientalistas que protestaban, salvo un par de ellos que permanecían escondidos en un túnel, informó la policía el domingo.
El sábado, miles de personas se manifestaron en las inmediaciones contra el desalojo y la ampliación de la mina de carbón de Garzweiler. Hubo enfrentamientos con la policía cuando algunos manifestantes intentaron llegar al pueblo, que ahora está vallado, y a la mina.
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Los ecologistas afirman que arrasar el pueblo para ampliar la mina de Garzweiler provocaría enormes emisiones de gases de efecto invernadero. El gobierno y la compañía eléctrica RWE sostienen que el carbón es necesario para garantizar la seguridad energética de Alemania.
Los gobiernos regional y nacional, ambos del partido Los Verdes, llegaron el año pasado a un acuerdo con RWE por el que se le permitía destruir el pueblo abandonado a cambio de poner fin al uso del carbón para 2030, en lugar de 2038.
Los dirigentes de Los Verdes sostienen que el acuerdo satisface muchas de las demandas de los ecologistas y salva a otros cinco pueblos de la demolición, y que Luetzerath es el símbolo equivocado para las protestas. Los activistas rechazan esa postura.
La policía informó el domingo en un comunicado de que casi 300 personas han sido desalojadas hasta ahora de Luetzerath. Añadieron que “el rescate por RWE Power de las dos personas en estructuras subterráneas continúa; más allá de eso, el desalojo por la policía es completo”.
Dijeron que 12 personas fueron detenidas en relación con los incidentes del sábado. La demolición de construcciones en Luetzerath ya está en marcha.
FUENTE: Associated Press