Investigadores de aviación indonesios concluyeron el jueves que la falta de reparación de un acelerador automático, el exceso de confianza de los pilotos en el sistema de automatización del avión y la falta de entrenamiento provocaron la caída de un Boeing 737-500 el año pasado en la que murieron 62 personas.
El jefe de la investigación, Nurcahyo Utomo, dijo en conferencia de prensa que la última conversación de los pilotos con los controladores aéreos se produjo unos cuatro minutos después del despegue, cuando se les dijo que ascendieran a 13,000 pies (3,900 metros). La grabadora de datos muestra que llegó a 10,900 pies (3,320 metros) y empezó a descender.
Dijo que el avión requería menos empuje del motor al acercarse a la altura asignada, pero el acelerador automático no pudo reducir la potencia del motor derecho debido a la fricción en el sistema mecánico.
El acelerador automático intentó compensar mediante una mayor reducción de la potencia del motor izquierdo, lo que bajó su rendimiento al 34%. La potencia del motor derecho mantuvo su rendimiento de ascenso, de aproximadamente 92%, lo que provocó una aceleración desigual.
El piloto trató de elevar el avión, pero “no pudo recuperarse de la situación” y el jet rodó sobre su lado izquierdo, según el informe.
Un minuto después, el registro de datos de vuelo reveló que el acelerador automático se había desconectado al caer el avión en picada. Segundos después, el registro dejó de funcionar.
Utomo dijo que la falta de entrenamiento “contribuyó a la incapacidad del piloto para impedir y recuperarse de la situación”.
El exceso de confianza en el sistema de automatización del avión pudo haber llevado a una falta de vigilancia en la cabina de mando, por lo que los pilotos tardaron en advertir la desviación del vuelo, dice el informe.
FUENTE: Associated Press