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Comisión panameña para identificar víctimas de invasión de EEUU se queda sin fondos

La comisión panameña que investiga la invasión estadounidense de 1989 tendrá que detener por falta de fondos los trabajos de identificación de los restos encontrados este año en un cementerio de la capital, lo que ha generado angustia entre los posibles familiares de las víctimas.

"Nos quedamos sin recursos para las exhumaciones", admitió a AFP José Luis Sosa, director ejecutivo de la Comisión del 20 de Diciembre de 1989.

Ese día, más de 27.000 soldados estadounidenses invadieron Panamá para derrocar al exdictador Manuel Antonio Noriega (1983-1989), reclamado por un tribunal de Miami por narcotráfico.

Oficialmente la invasión dejó unos 500 fallecidos, aunque algunas organizaciones aseguran que fueron miles.

La continuidad de los trabajos para identificar a estas víctimas está amenazada por la falta de fondos y el costo operativo de laboratorios y personal internacional especializado.

Las investigaciones no podrán "ir más allá del mes de noviembre, la situación es preocupante", advirtió Sosa.

Tras entregarse, Noriega estuvo preso por narcotráfico, blanqueo de capitales y desaparición de opositores en Estados Unidos, Francia y Panamá, donde murió en 2017.

Treinta años después, las autoridades judiciales iniciaron la exhumación de cuerpos enterrados por las tropas estadounidenses en el principal cementerio de Ciudad de Panamá.

Los trabajos, llevados a cabo entre enero y junio, permitieron el hallazgo de 33 bolsas con restos humanos sin identificar.

La situación desespera a los deudos de las víctimas. Este lunes, 28 familias de desaparecidos entregarán unas cartas para pedir la mediación de la Defensoría del Pueblo y solicitarán fondos públicos al gobierno para seguir las investigaciones.

A través de esas misivas, a las que ha tenido acceso la AFP, los familiares expresan su "profunda preocupación" por no "recuperar los restos óseos" y muestran su angustia por la posibilidad de que la falta de fondos públicos anule la identificación de los cuerpos.

"¿Hasta cuándo mi padre va a estar como un animal en una bolsa en ese lugar? Estamos destrozados por esto", comentó a la AFP Brenda Bethancourt, hija de un militar panameño.

Bethancourt relató que su padre Braulio fue enterrado por militares norteamericanos en el cementerio de Corozal, en la antigua zona estadounidense del Canal de Panamá.

Pero posteriormente, y sin avisar a sus parientes, fue trasladado a otro camposanto. Bethancourt tiene la esperanza de que sus restos estén en una de las 33 bolsas encontradas.

"La preocupación más grande que tenemos como familia es que de repente el gobierno nos diga que no tiene fondos, que no se puede hacer más nada y que esto concluyó", dijo Bethancourt.

"El día de la invasión mi hermana (Yesenia del Carmen) salió en busca de comida para nosotros y hasta el día de hoy no ha regresado. Necesitamos saber si uno de esos 33 cuerpos es el de mi hermana, estamos bien desesperados", expresó a la AFP Xenia Quintana.

En 2016, el gobierno panameño creó una comisión para investigar, cuantificar e identificar a las víctimas de la invasión.

Sus trabajos debieron finalizar en julio pasado, pero la comisión pidió 18 meses adicionales y 465.000 dólares al gobierno para continuar sus trabajos.

Pretende realizar una nueva exhumación en el cementerio de Monte Esperanza, en la provincia caribeña de Colón, 50 km al norte de la capital panameña.

"Nuestra urgencia en este momento sería disponer entre 120.000 a 150.000 dolares para avanzar, el resto puede ser a principios de año", declaró Sosa.

En 2018 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió a Estados Unidos resarcir a Panamá por las múltiples violaciones de derechos humanos durante la intervención militar.

Juan Carlos Rodríguez lo último que sabe de su hermano Alejandro es que salió de una fiesta diciendo que regresaría pronto. Pero nunca volvió.

Aunque su cadáver fue fotografiado tras ser atacado, posiblemente por una tanqueta, se desconoce su paradero.

"Se van a cumplir casi 31 años de buscar una respuesta y darle cristiana sepultura, aunque sean los huesos", dijo Rodríguez.