El director del Sistema Penitenciario de Panamá, Jorge Torregrosa, reconoció las condiciones de hacinamiento en las cárceles del país, al tiempo que destacó los esfuerzos en curso para implementar programas de resocialización que promuevan la reintegración de los privados de libertad.
Panamá registra una población penitenciaria cercana a los 25,000 privados de libertad, lo que sobrepasa la capacidad instalada de los centros penitenciarios. Torregrosa admitió que, pese a los desafíos, el sistema se mantiene funcional y estable, aunque con limitaciones evidentes debido al hacinamiento.
Enfoque en la resocialización dentro del Sistema Penitenciario
El funcionario subrayó que el objetivo principal de su gestión es ofrecer oportunidades para que los internos desarrollen sus talentos y den un giro positivo a sus vidas. "Mucha gente ve nuestras cárceles como depósitos de seres humanos, pero hay personas con muchísimo talento que desean un cambio real. Eso es lo que estamos priorizando", afirmó.
Metas a corto plazo
Para 2025, el Sistema Penitenciario se ha planteado como meta lograr que al menos 2,000 privados de libertad salgan del sistema de manera exitosa, mediante estrategias integrales de resocialización y reinserción social.
El director también enfatizó la necesidad de un cambio de percepción en la sociedad, subrayando que las cárceles no deben ser vistas solo como espacios punitivos, sino como entornos de transformación.
Estos esfuerzos buscan aliviar la sobrepoblación carcelaria y reforzar las oportunidades para que las personas privadas de libertad puedan reconstruir sus vidas fuera del sistema penitenciario.