El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aclaró que el reciente reclamo hecho por el canciller Javier Martínez Acha a la Embajada de Nicaragua no fue una decisión del funcionario, sino una instrucción directa suya. En sus declaraciones, Mulino destacó que la medida fue tomada con el objetivo de "poner orden" y garantizar que se cumplieran los convenios internacionales sobre asilo, evitando que cualquier embajada, incluida la de Nicaragua, se convirtiera en un centro de actividades políticas o partidistas.
"Eso no es una decisión del canciller, la pedí yo. Lo hice para poner un poco de orden allí y que se cumplan los convenios internacionales de asilo, tan sencillo como eso", expresó Mulino. Además, enfatizó que el objetivo era que las embajadas no se transformaran en plataformas para actividades políticas, ya sea a favor o en contra de algún grupo o nación.
Presidente Mulino se refiere a la solicitud a Nicaragua
El mandatario subrayó que la solicitud fue dirigida específicamente a la Embajada de Nicaragua, aunque dejó en claro que la advertencia se extiende a todas las misiones diplomáticas en el país. "Espero que la República de Nicaragua entienda esto, y es la primera advertencia que hacemos en ese sentido", agregó.
La declaración de Mulino se da en el contexto de tensiones diplomáticas en la región y responde a preocupaciones sobre el uso indebido de las embajadas para fines políticos, un tema que el gobierno panameño ha señalado como prioritario en su agenda de relaciones internacionales.