Sin querer, muchas veces los hijos se convierten en el eje de la relación y la intimidad de los padres pasa a segundo plano, aunque no lo creas, esto puede desencadenar algunas consecuencias.
El tener a los hijos como eje de la relación puede causar las siguientes consecuencias:
- Que se enfríe la relación.
- Perder interés en intimar.
- Cambios de humor bruscos.
- Discusiones constantemente con amenazas de prohibir ver al hijo si se separan.
¿Qué puedo hacer para mantener el equilibrio pareja/hijos?
- Interés y esfuerzo por parte de ambos
- Identificar las fuentes de conflictos y darles solución
- Reparto de responsabilidades equitativa