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Problemas por los que no vale la pena preocuparse

Pensar mucho en el pasado, causa depresión, imaginar lo que podría suceder ocasiona ansiedad y existen problemas por los que no vale la pena preocuparse.

La preocupación es un asunto curioso pues por un momento una persona puede sentirse bien y sin nada que pensar pero en segundos, cualquier circunstancia podría ocasionar un episodio de estrés, ansiedad o depresión; existen problemas por los que no vale la pena preocuparse aun cuando así se sienta y aquí te lo mencionaremos.

Pensar mucho en el pasado, causa depresión, imaginar lo que podría suceder ocasiona ansiedad y existen problemas por los que no vale la pena preocuparse.

Sabemos que causa ansiedad, lo cual es perjudicial para nuestra salud, y sabemos también que las cosas sucederán tal como tengan que suceder, independientemente del hecho de que nos preocupemos al respecto o no; en la vida nos sucederán muchos eventos que quizás no serán amigables, sin embargo; podrán ser de enseñanza.

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Pues aun así, continuamos creando listas mentales de todo aquello por lo que podríamos estar preocupándonos, y nos sigue resultando difícil descubrir cómo no preocuparnos; con todo esto, la nota que te presentamos no es una respuesta a tus aflicciones causadas por la preocupación, sino más bien se trata de un recordatorio para desafiar constantemente esas listas mentales con investigación y con una buena dosis de sentido común a la vieja escuela.

Por tal motivo te mostramos problemas que enfrentamos en nuestra vida cotidiana, en los que es posible pensar en tan solo un minuto, y los motivos por los cuales no deberías preocuparte, pues como dice el dicho "todo problema tiene solución".

Controla tus pensamientos ansiosos

La manera en como pensamos afecta directamente en lo que sentimos, y nuestros sentimientos repercuten en la forma que nos comportamos; por tal razón cuando sentimos ansiedad se producen cambios en la forma de pensar y de sentir, tendemos a verlo todo negativo e imaginar que van a ocurrir desgracias o cosas desagradables.

Trata de detectar pensamientos que pueden aparecer en tu mente:

  • Exagerar lo negativo: pensando que las cosas son peores de lo que realmente son: “si continúo estando así, me moriré”.
  • Generalización: de una experiencia concreta y asilada tendemos a crear una regla general o universal “en todos los supermercados me da una crisis de ansiedad”, ha ocurrido una vez y la persona extrapola que va a ocurrir siempre.
  • Pensamiento de todo o nada: evaluar cualidades personales de forma extrema: “todo lo hago mal, soy un inútil”.

Para finalizar, tomar las cosas personalmente, estos pensamientos hacen que alguien cree en su mente ideas sobre sí mismo o sobre otras personas que no son realistas. Alguien ansioso tiende a pensar que los demás les están juzgando, por lo que expertos recomiendan analizar y reflexionar si se trata de una malinterpretación.