Elon Musk les hablará a los empleados de Twitter el jueves por primera vez desde que ofreció 44,000 millones de dólares por la compañía de redes sociales, dijo la empresa el martes.
Musk, fundador y director general de Tesla, llegó a un acuerdo para adquirir Twitter en abril, pero se ha enfrentado con la compañía reiteradamente desde entonces por una serie de cuentas falsas (bots) que existen en la plataforma social. Musk dijo el 13 de mayo que suspendería temporalmente el acuerdo, aunque parece improbable que pueda hacerlo por su cuenta. Musk dijo que necesitaba más información de la compañía sobre esas cuentas, pese a que Twitter ha reportado sus estimados de bots —y ha admitido que la cifra real podría ser mayor— a los inversionistas durante años.
Los empleados de Twitter pudieran tener otras razones para estar nerviosos por la adquisición inminente por Elon Musk. El irascible empresario ha lanzado una ola de críticas a Twitter por sus políticas de moderación y seguridad, que él dice son una amenaza a la “libertad de expresión”; por sus cuentas anónimas, que él quiere eliminar, y por el veto al expresidente Donald Trump, que él ha prometido anular.
Si el pasado ofrece indicios, Elon Musk pudiera además trasladar la compañía a Texas, como lo hizo con las oficinas centrales de Tesla en diciembre del 2021. Partidario entusiasta de las criptomonedas, Musk ha mencionado la idea de aceptar el dodgecoin como pago por cuentas premium. Musk hizo que Tesla comprara alguna vez 1.500 millones de dólares en bitcoin y por un tiempo breve permitió pagar por sus vehículos con criptomonedas.
También ha criticado la política de trabajo desde casa de Twitter, y en una ocasión pidió que la sede de la empresa se convirtiera en un “refugio para indigentes” porque, según dijo, muy pocos empleados trabajaban allí.
Aunque también no hay duda de que Elon Musk tiene muchos seguidores en la plantilla de Twitter.
FUENTE: Associated Press