Astronomía Actualidad -  20 de febrero de 2025 - 15:08

Asteroide 2024 YR4: tamaño, posible impacto y riesgos estimados según la NASA

Según la Nasa, para abril de 2025, el asteroide se alejará tanto que ya no podrá ser detectado por telescopios terrestres.

Noemí Ruíz
Por Noemí Ruíz

La Nasa dio a conocer que el asteroide 2024 YR4, recientemente identificado, tiene un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros de ancho (130 a 300 pies).

Asteroide 2024 YR4: ¿Existe riesgo de impacto con la Tierra?

Según los cálculos actuales, 2024 YR4 tiene una probabilidad extremadamente baja de impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Sin embargo, los astrónomos continúan monitoreando su trayectoria y se espera que nuevas observaciones reduzcan aún más esta posibilidad a cero.

Para abril de 2025, el asteroide se alejará tanto que ya no podrá ser detectado por telescopios terrestres. No será posible realizar actualizaciones sobre su trayectoria hasta 2028, cuando se acerque nuevamente a la Tierra y pueda ser observado con mayor precisión. La NASA mantiene actualizaciones constantes sobre este objeto a través de su sistema Sentry, en el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) del Laboratorio de Propulsión a Chorro.

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¿Qué daños podría causar un impacto?

El impacto de un asteroide de este tamaño dependería de su composición y del lugar de entrada en la atmósfera.

  • Explosión en el aire: Es probable que 2024 YR4 explote antes de llegar a la superficie, similar al evento de Cheliábinsk en 2013, que dañó miles de edificios y rompió ventanas en una amplia región.
  • Sobre el océano: Los modelos sugieren que un asteroide de este tamaño no generaría un tsunami significativo, incluso si explota cerca de la costa.
  • Sobre una ciudad: Un objeto de 40 a 60 metros podría causar daños estructurales menores, como la rotura de ventanas. Un asteroide de 90 metros, aunque menos probable, podría ocasionar derrumbes de edificios residenciales y una onda expansiva con efectos más amplios.

A pesar de su tamaño, el monitoreo continuo y la mejora en los cálculos orbitales permitirán a los científicos evaluar con mayor precisión cualquier posible riesgo en el futuro.