Portugal dio un gran paso el martes para obtener el pleno acceso a los mercados crediticios con la recaudación de 3.000 millones de euros (4.000 millones de dólares) mediante la venta de bonos soberanos a 10 años.
Los bonos son considerados la piedra angular de la confianza del mercado, y la capacidad de Portugal de recurrir a los inversionistas en busca de capital a largo plazo es un síntoma de que vuelve la esperanza sobre el futuro de la economía del país.
Portugal, uno de los 18 países de la Unión Europea que usan el euro, necesitó 78.000 millones de euros en el 2011 para evitar la bancarrota cuando los temerosos inversionistas dejaron de prestarle dinero. Esos fondos se agotarán en junio, y el gobierno quiere reanudar el acceso a los mercados de capital antes de ello.
El bono a 10 años fue el primero de su clase desde el rescate, ya que Portugal recaudó dinero en los últimos años con bonos de vencimiento a plazo más cortos. La agencia gubernamental de la deuda dijo que pagó un interés del 5,11% y que la demanda superó la oferta por tres. Cuando Portugal dejó de tener acceso a los mercados de bonos, los inversionistas pedían un interés del 7% o más.
Portugal no es el único país de la eurozona rescatado que intenta volver a los mercados de capital. Irlanda abandonó su programa de rescate a fines del año pasado al disminuir gradualmente el pesimismo ante la abrumadora deuda soberana europea. Mientras tanto, los inversionistas buscan réditos más elevados.
"La reciente baja de los tipos de interés y la percepción del riesgo (sobre la deuda portuguesa) dio una apertura que el gobierno ha usado a su ventaja", dijo Filipe Silva, gerente de deuda del grupo financiero lisboeta Banco Carregosa. "Por otra parte, los inversionistas fueron atraídos por lo atractivo de los beneficios a realizar".