Permitir un aumento de las exportaciones de crudo y gas natural en Estados Unidos ha pasado a ser un debate político en Washington. Empero, para los economistas, la respuesta es obvia: el país se beneficiaría.
La gran mayoría de los economistas sondeados este mes por la Associated Press sostienen que derogar las restricciones a las exportaciones de crudo y gas natural ayudaría a la economía incluso si encarece los precios que pagan los consumidores.
Más exportaciones fomentarían las inversiones en la producción y transporte de crudo y gas natural, crearían empleo, harían más estables los suministros de crudo y gas natural y reducirían el déficit comercial de Estados Unidos, agregaron.
La producción nacional de energía se ha disparado y con ello las empresas extractoras han pedido autorización para exportar crudo y gas natural, donde pueden obtener mayores precios. Dichas exportaciones están limitadas por regulaciones de seguridad energéticas decretadas hace décadas.
Los que se oponen a la apertura del comercio sostienen que las exportaciones podrían encarecer el combustible que usan los estadounidenses para calentar sus casas y abastecer sus automóviles.
Pero aun el caso dudoso de que las exportaciones encarecieran el precio de los combustibles a los consumidores estadounidenses, los economistas sostienen que el beneficio general a la economía compensaría cualquier posible daño. Sería mejor permitir las exportaciones y usar las exenciones fiscales u otros métodos para ayudar a los que encaran mayores precios, insistieron.
"La economía en general se beneficia si podemos vender algo a alguien e inyectar dinero en la economía", dijo Jerry Webman, economista jefe de Oppenheimer Funds. "Prefiero lidiar directamente con cualquier efecto secundario que limitar nuestra capacidad de hacer negocios con el mundo".
Las restricciones a las exportaciones de crudo y gas fueron mayormente aceptadas durante décadas porque el consumo en Estados Unidos —con mucho el mayor de crudo y gas del mundo— iba en aumento mientras bajaba la producción. Las importaciones cobraron fuerza y pocos creyeron que Estados Unidos llegaría a exportar petróleo o gas.
Empero, nuevas técnicas permitieron a los extractores llegar al crudo y gas en formaciones otrora consideradas inalcanzables, y la producción estadounidense se disparó.
Estados Unidos sigue consumiendo mucho más crudo del que produce, pero las empresas del petróleo producen uno de bajo contenido sulfuroso que ansían las refinerías extranjeras y que muchas refinerías en Estados Unidos no pueden tratar. Las empresas y algunos políticos pidieron la derogación de las restricciones a la exportación de crudo, aunque reconocen que no es probable en un año de elecciones.