MADRID (AFP). El Real Madrid juega una final el miércoles ante el Olympique de Lyon en el partido de vuelta de octavos de la Liga de Campeones, en el que los blancos confían en remontar el 1-0 en contra de la ida para alcanzar la cota de cuartos por primera vez tras cinco años sin lograrlo.
"Estoy seguro de que vamos a lograr pasar a cuartos de final", afirmó este martes el técnico chileno del Real Madrid, Manuel Pellegrini, resumiendo el sentir del equipo, eufórico tras la épica remontada del sábado en Liga ante el Sevilla, donde pasó de ir perdiendo 2-0 a ganar 3-2 in extremis.
Los blancos, que no han pasado de octavos de final del máximo torneo continental en los últimos cinco años, esperan remontar y clasificarse para cuartos el miércoles, aunque reconocen que no será fácil.
"En 'Champions' no hay ningún rival fácil, y menos el Lyon. Estamos convencidos de que le vamos a dar la vuelta al partido, aunque no va a ser fácil", añadió Pellegrini, que pidió una gran asistencia de público para empujar al equipo, algo que está prácticamente garantizado.
El técnico blanco, en cambio, ha tenido que remodelar el equipo al no poder contar con dos piezas básicas en su conjunto, el centrocampista Xabi Alonso y el lateral brasileño, Marcelo, ambos sancionados.
La falta de su cerebro habitual en el centro del campo, posiblemente lleve a Pellegrini a dejar la distribución del juego en las botas de José María Gutiérrez "Guti", auténtico revulsivo del equipo el pasado sábado, quien tendría a su lado en la medular a Esteban Granero y al francés "Lass" Diarra, que tiene clara la receta para hacerse con el partido.
"Hay que presionar, meter miedo y marcar pronto", afirmó Diarra en una entrevista con el diario Marca.
El brasileño Kaká, que quiere despejar las dudas que ha sembrado en sus últimas actuaciones, jugaría de enganche con los dos puntas, Cristiano Ronaldo e Higuaín.
La zaga la formarían Sergio Ramos, que jugará tocado por una infección en una uña del pie izquierdo, junto a Ezequiel Garay, Raúl Albiol y Alvaro Arbeloa, con Iker Casillas bajo los palos.
Frente a los blancos, para los que la Liga de Campeones es su principal objetivo este año, máxime cuando la final se jugará en su estadio en mayo, estará un Olympique de Lyon que quiere lograr la que sería su tercera clasificación para cuartos de la Liga de Campeones de su historia.
Los jugadores del Olympique son conscientes de que los blancos son favoritos, pero llegan a Madrid dispuestos a defender y ampliar la pequeña ventaja que se traen de la ida.
"Habrá que ser sólidos, estar en nuestro sitio, defender juntos e intentar marcar a la contra", afirmó el centrocampista bosnio del equipo francés, Miralem Pjanic.
El Olympique espera conseguir un partido como el de ida, en que lograron que el Real Madrid jugará su peor encuentro de la temporada ahogado y sin ideas.
"Vamos a tener que hacer un gran esfuerzo porque el Madrid quiere remontar. Pero estamos bien defensivamente y es en este punto que tenemos que concentrarnos", afirmó por su parte, el capitán del equipo francés, el brasileño Cris.
El equipo lleva 630 minutos sin encajar un gol y confía frente al Madrid en este poderío defensivo que reposará probablemente sobre una zaga formada por Anthony Réveillère, Cris, Jean-Alain Boumsong y Cissokho, mientras en la medular podrían estar Jérémy Toulalan, Jean Makoun y Pjanic.
En la delantera, formarían Sidney Govou y los argentinos Lisandro López y César Delgado.