La situación en el estadio mundialista de Curitiba es "difícil" y si los retrasos se mantienen la FIFA tendría que pensar en un "plan B", alertó este miércoles el presidente del Comité Organizador Local (COL) de Brasil-2014, José Maria Marin.
"Sé que tuvimos varias alertas, varios avisos y me parece que esas alertas no fueron correspondidas con la recuperación del plazo dado por la FIFA. La situación es difícil", aseguró Marin, que también es presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
"Creo que los responsables de la construcción necesitan recuperar el tiempo perdido o, por primera vez, la FIFA tendría que estudiar un plan B", siguió, sin revelar si ya se han contemplado otras opciones ante una exclusión del Arena da Baixada del Mundial.
El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, advirtió el martes que Curitiba puede ser excluida de las 12 sedes del Mundial si no garantiza "progresos" en la entrega de su estadio, seriamente atrasado.
En esta ciudad del sur de Brasil tiene previsto concentrarse y jugar un partido la campeona mundial España.
El bombazo puso nuevamente en el centro de atención la capacidad del país anfitrión para tener en óptimas condiciones y a tiempo, no sólo los estadios, sino también los aeropuertos y las vías de transporte.
Pero, pese a sus advertencias, Marin relativizó el problema recordando cómo en 2012, cuando asumió la presidencia de la CBF, la FIFA contemplaba la posibilidad de excluir a Recife de la Copa Confederaciones, pero al final el estadio estuvo listo para el torneo.
"Nuestras constructoras tienen una gran capacidad, con prestigio y obras en el exterior, para finalizar los proyectos. En la primera reunión en la FIFA, Recife estaba fuera de la Copa Confederaciones. Pedí la palabra y dije que era una equivocación. En ese entonces, la constructora triplicó el número de trabajadores y el estadio quedó listo", recordó.
Este jueves, la presidenta brasileña Dilma Rousseff inaugura con Valcke el Arena das Dunas en Natal (noreste).
Éste el único de los seis estadios restantes -seis ya fueron usados para la Copa Confederaciones- que ha sido estrenado, pese a que la FIFA había exigido que fueran entregados a más tardar el 31 de diciembre para organizar con tiempo los eventos de prueba antes del Mundial.