PORT CHESTER, Nueva York (AP). El sistema electoral que por orden judicial permitió a algunos ciudadanos votar seis veces por el mismo candidato y redundó en la victoria de un político hispano podría extenderse a otras localidades donde las minorías se quejan de que no están representadas en el gobierno.
Port Chester debió adoptar el inusual método por orden de un juez federal que estableció que los hispanos de la localidad no recibían un tratamiento justo.
Se espera que el Censo 2010 muestre grandes aumentos de la población latina en muchas zonas y por lo tanto es probable que haya más demandas por discriminación electoral, dijo Rob Richie, director ejecutivo de FairVote, una organización que aboga por reformas a las leyes electorales.
"El país ha estado cambiando en muchos lugares, las minorías crecen en los suburbios más alejados y las ciudades-dormitorio y nos daremos cuenta que esas minorías no pueden elegir a los candidatos que quieren", dijo.
Por lo tanto, los grupos minoritarios, fiscales federales y gobiernos municipales deberán buscar maneras de que las elecciones no violen la Ley de Derechos Electorales, que protege el derecho constitucional de las minorías de recibir una protección legal equitativa de parte del gobierno.
En Port Chester, dos concejales eran elegidos cada dos años en elecciones generales convencionales. La mayoría de los votantes eran blancos no hispanos y siempre hubo seis concejales blancos, aunque los hispanos eran la mitad de la población y un cuarto de los ciudadanos con derecho a voto.
El juez Stephen Robinson determinó que el sistema violaba la ley federal al diluir el peso de los votos hispanos.
La solución más común en Estados Unidos _que el Departamento de Justicia propuso a Port Chester_ hubiera sido dividir la ciudad en distritos y que uno de éstos incluyera a muchos habitantes de la minoría en cuestión.
Sin embargo, la localidad de unos 30,000 habitantes se negó y sugirió un sistema llamado "voto acumulativo". Los seis concejales serían electos al mismo tiempo y cada elector tendría seis votos para distribuir como quisiera. Podría dárselos todos a un solo candidato, uno a cada uno de ellos o cualquier otra combinación.
El sistema ha sido usado en Alabama, Illinois, Dakota del Sur y Texas. El juez lo aceptó y el inmigrante peruano Luis Marino, de 43 años, terminó cuarto en la elección, con lo que se convirtió en el primer concejal hispano de Port Chester.
"Me ayudó a ser electo", dijo el demócrata Marino, trabajador de mantenimiento de escuelas en la vecina Scarsdale. "Representaré a toda la gente de Port Chester, pero sé que puedo ayudar a los hispanos a presentar sus preocupaciones a la junta". Los votantes también eligieron por primera vez a un concejal negro, el republicano Joseph Kenner.
La victoria de Marino podría impulsar a otros jueces a usar el sistema. Sin embargo, el abogado Randolph McLaughlin, que representó a los demandantes en Port Chester y en otros casos de derechos electorales, advirtió que el éxito de Marino no se debió sólo al método de votación, sino "al trabajo que se hizo antes de la elección". Se refería a una intensa campaña de educación de votantes, que también fue exigida por la justicia.
Un análisis detallado de cómo votaron los ciudadanos todavía demorará unas semanas más. Hasta entonces, no se sabrá con seguridad si los latinos usaron todos sus votos para elegir a Marino.
"La elección de un candidato hispano no significa necesariamente que se eligió un candidato apoyado por los hispanos", dijo McLaughlin. "Pero claramente es un paso adelante".