RANGUN (AP). Por primera vez en casi una década, la mujer que simboliza la lucha por la democracia en Mianmar, Aung San Suu Kyi, festejó el domingo su cumpleaños en libertad.
La ganadora del Premio Nobel de la Paz cumplió 66 años y recibió un obsequio en el aeropuerto internacional de Yangón: la llegada de su hijo menor, Kim Aris, procedente de Gran Bretaña. Aris besó a su madre.
Suu Kyi pasó 15 cumpleaños detenida o bajo arresto domiciliario de los últimos 22, y por primera vez en nueve lo festejó en libertad con amigos, parientes y simpatizantes.
Gobernada por una junta militar desde 1962, Mianmar (antes Birmania) efectuó en noviembre sus primeras elecciones en 20 años.
La activista fue dejada en libertad de un arresto domiciliario de siete años apenas días después de los comicios, boicoteados por su partido.
La junta militar entregó en marzo el poder a un gobierno civil, al que los detractores describen como una mera fachada que permite al régimen militar mantener las riendas del país.
En el 2010, Suu Kyi pasó su cumpleaños sola, encerrada en su casa deteriorada contigua a un lago, mientras diversos gobernantes se pronunciaban por su libertad y los simpatizantes efectuaban ceremonias en su honor en Yangón.
En esta ocasión, la dirigenta tenía pensado ofrecer un almuerzo a monjes budistas, asistir a una celebración en las oficinas centrales de su partido político y disfrutar una fiesta privada con amigos y parientes en un jardín.
Nacida el 19 de junio de 1945 en Rangún (ahora Yangón), Suu Kyi ganó el Premio Nobel de la Paz en 1991 por su lucha pacífica y firme a favor de la democracia.
Fue arrestada en mayo del 2003 después de que una turba que apoyaba a la junta militar atacara la caravana en la que hacía un recorrido para difundir su posición política.
Suu Kyi tiene intención de efectuar este mes su primera gira por el interior desde aquel recorrido de desenlace desafortunado.