PARIS ( AP ). Carlos el Chacal, uno de los terroristas más temidos durante la Guerra Fría, apareció el lunes desafiante y sonriente al comparecer ante la justicia francesa, esta vez para ser juzgado por cuatro ataques mortíferos en Francia hace casi tres décadas.
El venezolano de 62 años, cuyo nombre verdadero es Ilich Ramírez Sánchez, vuelve a ser sometido a juicio por actos de terrorismo ante un tribunal especial de París. Ya cumple una sentencia a cadena perpetua impuesta por un asesinato triple en 1975.
Ramírez fue uno de los terroristas más temidos durante la Guerra Fría. Se le acusa de instigar cuatro ataques en 1982 y 1983 que dejaron 11 muertos y más de 140 heridos. Ramírez ha negado los cargos. Un panel de jueces anónimos fallará después del juicio de seis semanas.
Con chaqueta azul y barba gris, Ramírez sonrió al entrar en el tribunal y se identificó como "un revolucionario profesional", asumiendo una postura combativa.
Con tres gendarmes a su lado, Ramírez levantó un puño en actitud desafiante, hizo afirmaciones antisionistas y sonrió mirando a alguien entre el público.
" Está en actitud combativa como siempre ", comentó Isabelle Coutant-Peyre, su abogada y compañera, antes del comienzo del juicio. Dijo que no había motivos para juzgarlo nuevamente casi 30 años después de los hechos y acusó a la fiscalía francesa de hacerlo " por propaganda o algún otro interés en vez de la justicia ".
Sin embargo, el abogado que representa a algunos civiles en el caso, Francis Szpiner, replicó que el juicio era importante para demostrar que los terroristas serán perseguidos siempre y para señalar "el fin de la cultura de impunidad" para ellos.
El juicio se centra en cuatro atentados con explosivos: dos en trenes franceses, uno en una oficina parisina de un periódico en idioma árabe y otro en un centro cultural francés en lo que era entonces Berlín Occidental.
Ramírez cumple una sentencia a cadena perpetua por los asesinatos en 1975 de dos agentes secretos franceses y un supuesto informante. También es el principal sospechoso en la toma de rehenes en 1975 de los ministros petroleros de la OPEP que dejó tres muertos.
Después de la caída del comunismo, agentes franceses lo capturaron en Jartún, Sudán y lo llevaron a París.
FUENTE: Agencia AP