Cientos de cristianos saquearon viviendas y comercios musulmanes, amenazando desencadenar una matanza mientras la República Centroafricana se aprestaba a instalar el jueves a una presidenta interina.
La situación pone de manifiesto los enormes desafíos que enfrenta el nuevo gobierno de Catherine Samba-Panza, que fue escogida por un consejo nacional de transición para dirigir un país que, según funcionarios de las Naciones Unidas, podría estar en el umbral de un genocidio.
Efectivos de mantenimiento de la paz de Ruanda y fuerzas francesas intervinieron el miércoles por la noche para rescatar a unos 30 musulmanes parapetados en sus hogares y rodeados por las bandas de atacantes en el distrito PK13 de Bangui, dijeron testigos. La ayuda llegó gracias al reclamo de activistas por los derechos humanos.
La familia Masa supuso que sus buenas relaciones con sus vecinos serían suficientes para protegerla. Pero una turba de jóvenes cristianos locales hizo temer un linchamiento inminente, como los que la ciudad ha presenciado en otros sitios en los últimos días.
"Si esta gente no es evacuada en el término de una hora, mañana habrá muerto. Tan pronto como nos vayamos los matarán", advirtió Peter Bouckaert, director de emergencias de Human Rights Watch.
Al caer la noche, las fuerzas francesas llevaron un camión para trasladar a la familia y sus escasas pertenencias a un campamento cercano de refugiados musulmanes bajo protección internacional.
Muchos esperan que la instalación de Samba-Panza traiga una calma relativa a un país sacudido por la violencia desde que un golpe de estado en marzo del 2013 derrocó al presidente de una década.
Los rebeldes mayormente musulmanes que tomaron el control se ganaron el desprecio general durante su reinado de diez meses como combatientes inescrupulosos que cometieron incontables atrocidades en perjuicio de la población de mayoría cristiana. Una milicia cristiana lanzó a su vez un intento golpista el mes pasado que desencadenó derramamientos de sangre en que murieron más de mil personas en pocos días.
El líder golpista Michel Djotodia finalmente se alejó del poder hace unas dos semanas bajo intensas presiones internacionales. El nuevo gobierno deberá organizar elecciones para fines de año.
El miércoles, Adama Dieng, asesor especial de la ONU para la prevención del genocidio, advirtió sobre "un riesgo elevado de crímenes de lesa humanidad y de genocidio" en la nación africana.
Otros países de África han contribuido con un total de 4.600 efectivos para el mantenimiento de la paz y Francia también tiene aquí 1.600 soldados.
FUENTE: AP