Un equipo de especialistas italianos llegó el jueves a la Presa Mosul como parte de una campaña de emergencia para reparar a la presa más grande de Irak antes de que colapse.
El equipo de avanzada del despacho de ingeniería italiano Grupo Trevi, montará un campamento para el grupo de ingenieros, que se espera llegue en las próximas semanas.
Autoridades estadounidenses e iraquíes han advertido en repetidas ocasiones que la presa corre un peligro inminente de colapsar.
A finales de febrero, la embajada de Estados Unidos en Bagdad dijo que el riesgo de colapso de la presa era "serio y sin precedentes" y el primer ministro Haidar al-Abadi solicitó a los residentes de Mosul a lo largo del río Tigris que se muden a al menos seis kilómetros (3,7 millas) de la cuenca.
El principal problema de la presa es que fue construida deficientemente en un terreno inestable: la tierra en la que fue hecha es constantemente erosionada por el agua. Desde el día en que fue inaugurada en 1985, el personal de mantenimiento ha tenido que verter a menudo cemento en sus cimientos.
Sin esa constante inyección — conocida como "lechada" — la presa de 113 metros de elevación colapsaría dentro de un hoyo en la tierra, y provocaría desastres sin precedentes. El lago de 48 kilómetros (30 millas) de largo que alberga se precipitaría hacia el valle del río Tigris, vertiendo cientos de millones de metros cúbicos de agua hacia la segunda ciudad más grande de Irak, Mosul, ubicada unos 64 kilómetros (40 millas) río abajo. En caso que eso ocurra, las inundaciones llegarían hasta Bagdad, localizada a 547 kilómetros (340 millas) al sur.
Autoridades estadounidenses calculan que más de medio millón de personas podrían morir, y millones más serían obligadas a dejar sus viviendas.
FUENTE: AP