Londres Internacionales - 

Primera ministra británica encamina al Reino Unido hacia un Brexit duro

La primera ministra británica, Theresa May, se disponía a defender una ruptura "clara y nítida" del Reino Unido con la Unión Europea (UE), en un muy esperado discurso este martes en Londres.

"Queremos una nueva asociación equitativa (...) no un estatuto de miembro parcial o asociado de la UE, que nos dejaría mitad adentro o mitad afuera", debía decir May según pasajes de su discurso difundidos por Downing Street.

"No buscamos adoptar el modelo de otros países. No buscamos conservar pedazos de pertenencia a la UE en el momento de irnos", se disponía a decir la primera ministra en un discurso en Lancaster House para exponer finalmente su estrategia, casi siete meses después del histórico voto de los británicos.

"¿Qué significa el Brexit? Brexit significa Brexit". Hasta ahora la primera ministra no se había aventurado más allá de esta frustrante fórmula para intentar calificar los términos de la futura ruptura.

El único dato claro había sido su promesa de activar el procedimiento de divorcio antes de fines de marzo, preludio a dos años de negociaciones con Bruselas.

El discurso de este martes, al que fueron invitados los embajadores europeos, servirá como hoja de ruta. A juzgar por las filtraciones a la prensa, la tendencia sería un Brexit duro. O más bien "claro y nítido", última apelación en fecha luego de las especulaciones sobre un Brexit "blando" o "gris".

May también debería anunciar la retirada de su país del mercado único -aunque la libra esterlina sufra en los mercados-, de la Corte Europea de Justicia y, de manera menos explícita, de la unión aduanera europea, con el objetivo de retomar el control de la inmigración europea.

"El nuevo Reino Unido libre de Theresa", tituló el martes el periódico antieuropeo Daily Mail, felicitándose de que los británicos van a "recuperar el control" de sus fronteras y liberarse del yugo "de los jueces de la UE".

El periódico europeísta the Guardian lamentaba en cambio "una falta de compromiso sobre la inmigración y la soberanía".

"No, no, no: el momento Maggie de May", escribió por su parte el exdiputado y director de la página internet ConservativeHome, Paul Goodman, en alusión a la reacción de rechazo de Margaret Thatcher en 1990 frente a las propuestas de Jacques Delors, entonces presidente de la Comisión Europea.

Reafirmando su voluntad de sacar al Reino Unido del mercado único, Theresa May mostrará que asume las advertencias de los europeos. Estos dejaron claro que ningún país tendrá acceso a él si no respeta el principio de libre circulación.

La jefa del gobierno conservador debe insistir además sobre la construcción de un Reino Unido "abierto al mundo", que firma sus propios acuerdos comerciales con los países del Commonwealth, con los gigantes asiáticos y con Estados Unidos.

El lunes, May recibió el entusiasta respaldo del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, que anunció al diario The Times que quería concluir "muy rápidamente" un acuerdo comercial.

Pero May puede chocar con la intransigencia de los otros líderes de la UE, la canciller alemana Angela Merkel en primer lugar, que rehúsan una "Europa a la carta".

El ministro de Economía británico, Philip Hammond, que ya prevé negociaciones complicadas, amenazó a la UE con realizar un dumping fiscal para "volver a ganar competitividad", si su país no obtiene lo que desea.

Las declaraciones de Hammond fueron fuertemente criticadas por la oposición laborista. Según el diputado Pat McFadden una política de "reducción drástica de impuestos y gastos públicos pondría en peligro los servicios públicos".

Para Theresa May se trata no sólo de exponer su plan sino también de pacificar un país profundamente dividido desde el referendo del 23 de junio de 2016, en donde el 52% de los electores votó por salir de la UE.

En su discurso, May debía llamar a los británicos a "dejar de lado las viejas divisiones y unirse para hacer del Brexit un éxito" y pedir que cesen los "insultos" y el rencor, indicaron fuentes de Downing Street.

FUENTE: AFP