Los ministros de Interior y Defensa de 13 países europeos se reunieron el miércoles en Viena para plantear formas de prepararse para un posible aumento de las llegadas de migrantes una vez termine el invierno.
La reunión ofrecida por los ministros austriacos de Interior y Defensa incluía a sus homólogos de República Checa, Croacia, Hungría, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Albania, Macedonia, Serbia, Kosovo y Grecia.
Algunos de los países se convirtieron en puntos de llegada o de tránsito en la ahora cerrada ruta de los Balcanes, que emplearon cientos de miles de migrantes para buscar una vida mejor. Otros intentaron reubicar en sus territorios a migrantes que ya estaban en la UE.
Austria jugó un papel clave el año pasado en el cierre de la ruta migrante hacia países prósperos de la UE, que comenzaba en Grecia y recorría los Balcanes occidentales.
Por otro lado, seis personas fueron detenidas en Albania como sospechosas de traficar con refugiados de países árabes, según la fiscalía.
Los seis formaban parte de un grupo de 18 miembros. La policía empezó a detener a los sospechosos de la trama en septiembre, tras encontrar a unos 100 migrantes, la mayoría de Siria, que habían llegado de la vecina Grecia. Desde Albania, la organización trasladaba a los migrantes a Kosovo escondidos en camiones y después a Serbia, antes de tratar de llegar a Austria o Alemania.
Cada migrante pagaba de 900 a 1.250 euros (de 963 a 1.330 dólares) por el transporte ilegal, según la fiscalía.
Albania, miembro de la OTAN desde 2009, no estaba hasta ahora en ninguna ruta importante de migrantes a través de Europa, aunque algunos grupos pequeños han intentado cruzarla para llegar a sus vecinos del norte.