El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó haberle dicho este martes al viceprimer ministro ruso que Israel seguirá atacando objetivos hostiles en la vecina Siria, pese a la decisión de Moscú de entregarle a Damasco sistemas antiaéreos S-300.
Netanyahu afirmó en rueda de prensa que le informó a Maxim Akimov, durante una reunión en Jerusalén, que seguirá luchando contra lo que considera intentos de Irán de implantarse militarmente en Siria, mediante entregas de armas al grupo libanés Hezbolá, aliado del régimen de Damasco.
Pese a las entregas rusas a Damasco de sistemas antimisiles S-300, Israel proseguirá su "legítima actividad en Siria contra Irán y sus aliados", cuyo objetivo es "destruirnos".
Se trata de la primera reunión de alto nivel de Netanyahu con un responsable ruso desde que las defensas sirias derribaran accidentalmente un avión militar ruso durante un bombardeo israelí contra objetivos en Siria, un incidente que generó gran tensión entre Moscú y el Estado hebreo.
Quince militares rusos murieron en este incidente el 17 de septiembre pasado, del que Rusia responsabilizó a Israel.
Estas tensiones dan cuenta del grado de complejidad que adquirió la guerra en Siria desde que estalló el conflicto, en 2011, con la participación de numerosas potencias con intereses a veces encontrados.
Rusia interviene militarmente en Siria desde septiembre de 2015 en apoyo al régimen de Bashar al Asad, lo que le permitió a éste recuperar el control de gran parte del territorio sirio.