El partido que Gobierna Polonia, la fuerza nacionalista y conservadora Ley y Justicia (PiS), confía en ser reelegido este domingo para reforzar su posición ante la Comisión Europea(CE), con la que mantiene un pulso por el control político de Varsovia sobre la judicatura.
La Comisión Europea anunció el pasado 10 de octubre que llevará al Gobierno polaco ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea porque su legislación no ofrece garantías de que los magistrados de este país estén protegidos del control político y pone en duda la independencia de la judicatura.
Ayer, un día después de anuncio de la CE, un sondeo elaborado por el instituto CBOS daba a PiS el 46 % de los apoyos en estos comicios parlamentarios, mientras que el bloque liberal Coalición Ciudadana se quedaba con el 19 %, 9 % para la coalición de izquierdas, 6 % para el Partido Campesino y 6 % para la populista Confederación.
Según la encuesta, PiS repetiría la mayoría absoluta lograda en 2015, sin que las alianzas de los partidos de la oposición o la lluvia de críticas y amenazas de la Comisión Europea hayan logrado restar apoyos a un partido que, salvo sorpresas, volverá a tener las manos libres para imponer sus polémicas medidas.
El sondeo también adelanta el regreso de la izquierda, en este caso una coalición de partidos de izquierda, al Parlamento polaco, después de que en 2015 esta corriente quedara sin representación por primera vez desde la caída del comunismo (en Polonia es necesario alcanzar el umbral mínimo del 5 % de votos para obtener un escaño).
Quizá la clave para entender el gran apoyo a Ley y Justicia es, según la socióloga Karazyna Nowak, la forma en al que el Gobierno polaco ha sabido capitalizar el crecimiento económico que ha experimentado el país en las últimas décadas.
"PiS transmite el mensaje a la población polaca de que bajo su gobierno vive mejor, algo que parte de la población cree o ciertamente experimenta", explica Nowak.
Para el periodista del diario "Rzeczpospolita" Jedrzej Bielecki, "durante 25 años Polonia ha seguido una política liberal, pero con PiS hemos vivido un cambio total y hemos pasado a lo que se podría llamar capitalismo social, una fórmula más inclusiva que intenta que todos sean parte del desarrollo económico".
Lo que queda patente es que PiS es inmune a las críticas que le llegan desde Bruselas y sus apoyos no merman o incluso crecen pese a las acusaciones de amenazar la democracia, vulnerar el estado de Derecho o menoscabar la separación de poderes con, por ejemplo, su reforma judicial.
Sobre ésta, la CE denunciaba el día 10 de este mes que "la nueva legislación polaca permite que los jueces ordinarios sean objeto de investigaciones, procedimientos y sanciones disciplinarias sobre la base del contenido de sus resoluciones judiciales".
La Comisión había abierto el procedimiento de infracción por este motivo en abril de este año, cuando consideró que Polonia no cumplía con sus obligaciones de consagrar el derecho a un recurso efectivo ante un tribunal independiente ni el de los tribunales a solicitar sentencias preliminares a la Justicia europea.
Bruselas dio desde entonces varios plazos a Varsovia para presentar su punto de vista y defenderse, pero, según informó la Comisión, sus respuestas "no despejan las reservas" de Bruselas.
Por ello, el caso llega ahora al Tribunal de Justicia de la UE con sede en Luxemburgo, que ya está examinando otras denuncias de Bruselas a Varsovia por vulnerar el principio de independencia judicial con su ley del Tribunal Supremo, que entre sus puntos más polémicos adelantaba la edad de jubilación de los magistrados y forzaba la salida de parte de ellos.
En diciembre de 2017, la Comisión puso en marcha el artículo 7 de los tratados europeos contra Polonia, un proceso legal que podría retirar a Varsovia su derecho a voto en la Unión Europea, debido a sus polémicas reformas del sistema judicial.
En una reciente entrevista con Efe, el ministro polaco de Exteriores, Jacek Czaputowicz, recordó que "el artículo 7 contempla que si la Comisión Europea tiene dudas sobre el Estado de Derecho, puede remitir el asunto al Consejo, que toma la decisión final".
"Sin embargo -añadió-, la CE no lo ha hecho, en nuestra opinión porque sabe que perdería la votación, ya que hemos convencido a los países miembros de que la Justicia funciona bien en Polonia".
"Nuestro sistema para proponer jueces es análogo al que existe en España y está menos politizado que el de, por ejemplo, Alemania", subrayó Czaputowicz, quien cree que el procedimiento del artículo 7 "probablemente no tendrá continuación, pero la CE no lo quiere archivar por razones políticas, ya que no quiere reconocer su derrota".
Con una importante victoria este domingo, PiS recibiría de la población polaca un aprobado para sus polémicas reformas y luz verde para continuar creando "una nueva Polonia", como dijo en 2015 el líder de este partido, Jaroslaw Kaczynski.
FUENTE: EFE