Las autoridades de Guatemala reforzaron la seguridad del próximo presidente Bernardo Arévalo, quien debe asumir el 14 de enero de 2024, en medio de versiones sobre supuestos complots para eliminarlo.
El refuerzo fue anunciado luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, exigió el jueves a Guatemala que "adopte las medidas necesarias para proteger" a Arévalo y a la futura vicepresidenta, Karin Herrera, por amenazas y "la existencia de dos planes para atentar en contra" de ellos.
Por su parte, la Fiscalía General indicó que "obtuvo una alerta e información relacionada a estructuras criminales de pandillas que podría poner en riesgo la vida" de Arévalo, por lo que coordinó con la Policía las medidas necesarias.
Según la nota del gobierno, funcionarios hablaron por teléfono con Arévalo y Herrera para "fortalecer los dispositivos de seguridad con los que ya cuentan e incrementar el número de elementos conforme a las necesidades que sean detectadas y de acuerdo con las recomendaciones de la CIDH".
Tanto Arévalo como Herrera ya contaban con escoltas del cuerpo de seguridad de la presidencia guatemalteca desde que pasaron al balotaje, el pasado 25 de junio.
El triunfo del sociólogo y diputado socialdemócrata, que pone fin a 12 años de gobiernos de derecha, ha generado malestar en sectores poderosos públicos y privados acusados de corrupción.
Arévalo, visto como una esperanza de cambio en el país sumido en la pobreza, la violencia y la corrupción, obtuvo el 58% de los votos en el balotaje frente a la ex primera dama Sandra Torres (37%).
Torres también es socialdemócrata, pero era percibida como la candidata del continuismo.
FUENTE: AFP