El Ministerio de Salud (Minsa) informó que, tras el reporte de un caso confirmado de fiebre amarilla en Costa Rica, se ha intensificado la vigilancia epidemiológica en todos los puntos de entrada al país, con el fin de prevenir la introducción del virus en territorio panameño.
La entidad destacó que Panamá no registra casos positivos de fiebre amarilla selvática desde 1974, gracias a los esfuerzos sostenidos en vacunación, control vectorial y vigilancia sanitaria.
Panamá no registra contagios desde 1974
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda causada por el virus del mismo nombre y transmitida principalmente por la picadura de mosquitos Aedes aegypti en zonas urbanas, y por los mosquitos Haemagogus spp. y Sabethes spp. en áreas selváticas y boscosas.
Los síntomas pueden variar desde cuadros leves o asintomáticos, hasta formas graves o fatales. En su etapa inicial, puede presentarse fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares (especialmente en la espalda), pérdida del apetito, náuseas y vómitos. En casos severos, se pueden desarrollar dolor abdominal, ictericia, sangrados y fallas hepáticas o renales.
Recomendaciones del MINSA
El Minsa emitió las siguientes recomendaciones preventivas:
- Aplicación de la vacuna a los habitantes no vacunados de las regiones de riesgo: Panamá Este, Guna Yala, zona este de Colón y Darién.
- Vacunación obligatoria para todo viajero que ingrese a zonas de riesgo o se dirija a países con circulación activa del virus (Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Venezuela, Guyana y Ecuador).
- Evitar la picadura de mosquitos mediante el uso de repelente, camisas de manga larga, pantalones largos, mosquiteros y mallas protectoras.
- Eliminar los criaderos de mosquitos en viviendas y alrededores.
El Ministerio reiteró que la vacunación es la medida más eficaz para prevenir la enfermedad, y recordó que una sola dosis brinda protección de por vida, siendo efectiva 10 días después de su aplicación.





