Manchester City dispone de 6.000 entradas para su partido frente al Chelsea, que podría permitirle ganar la más prestigiosa de las competiciones europeas por primera vez en su historia, la Champions League.
Esta "iniciativa tiene como objetivo aliviar la carga financiera que pesa sobre los aficionados que han sido, o lo son todavía, sometidos a las condiciones difíciles debidas al impacto de la pandemia", explica el Manchester City en su comunicado.
Con 23.000 millones de libras (26.000 millones de euros) de fortuna estimada, el jeque Mansour es uno de los más ricos propietarios deportivos en el mundo y ha querido así recompensar la fidelidad de los aficionados que acudan a Oporto en el desplazamiento oficial del club.
"Pep (Guardiola) y el equipo han hecho una temporada tan buena, que su clasificación a la final de la Champions League tras una temporada tan complicada representa un momento verdaderamente histórico para el club", explicó, citado en el comunicado.
"Es por tanto increíblemente importante que el máximo de aficionados posible tenga la oportunidad de asistir a este partido especial", añadió.
Unas semanas después de la participación de los Citizens en el proyecto abortado de una Super Liga europea disidente, promovida por una docena de clubes europeos muy ricos y que había provocado el enfado de los aficionados de los seis clubes ingleses, este gesto podría servir tal vez para limar asperezas.
Manchester City estuvo entre los primeros clubes en renunciar a este proyecto, menos de 48 horas después de que fuera presentado.