VANCOUVER ( AFP ) - Tierra de los "X-Men", de "Stargate" y otros éxitos de taquilla, Vancouver, tercer centro de producción de cine y televisión en Norteamérica, busca diversificar su negocio mediante el desarrollo del lucrativo mercado de los efectos especiales digitales.
"La competencia entre los estudios es feroz, estos últimos 13 meses ha sido difícil contratar a nuevos animadores" , afirmó Chris Roff, productor ejecutivo en Zoic Vancouver.
En tres años, la "Hollywood del Norte" se convirtió en el nuevo bastión de las empresas de animación y efectos visuales. Pixar, Sony Pictures Imageworks y Scanline VFX son los últimos estudios estadounidenses que se instalaron.
La razón de esta migración en masa es un crédito fiscal provincial de 17,5% sobre los gastos por efectos especiales y animación digital realizados en la provincia de Columbia Británica.
Esta exención integra los múltiples incentivos fiscales, acumulables con otros, introducidos en 1998 por la provincia para atraer inversiones y producciones.
Emplear equipos locales, y luego filmar esos efectos especiales en la propia Columbia Británica permite obtener hasta un 60% de deducciones fiscales. Gracias a estos beneficios, en Vancouver se filma un promedio de 250 películas al año, sinónimo de 30.000 puestos de trabajo para los técnicos locales.
Los números hablan por sí solos, dijo Robert Wong, vicepresidente de créditos fiscales de la BCFM, la asociación de cine de Columbia Británica, una organización sin fines de lucro.
"El año pasado, 174 producciones hicieron solicitudes por un presupuesto estimado de 1.600 millones de dólares canadienses. En 2004, fueron sólo siete, por 11.500 millones de dólares canadienses", observó.
Unas 2.000 personas trabajan en el sector de los efectos especiales, cifra que se duplicará este año, según la revista especializada The Hollywood Reporter.
"Es un círculo virtuoso: el profesionalismo, la calidad del trabajo, las devoluciones de impuestos incitan a los estudios a hacer posproducción aquí. Ello crea más empleos", dijo Richard Brownsey, presidente de la BCFM.
La filial canadiense de Zoic Studio, una empresa de efectos visuales con sede en Los Angeles, tiene mucho trabajo por delante. "Desde concebir naves extraterrestres hasta crear decorados virtuales, vamos a hacer todos los efectos especiales para la segunda temporada de 'Falling Skies', la serie de ciencia ficción de Steven Spielberg", dijo Ralph Maiers, supervisor de efectos especiales .
En vista de la carga de trabajo, Zoic duplicará para fin de año su fuerza laboral, actualmente de 50 artistas. "Probablemente nunca fue tan difícil reclutar gente", ya que la demanda es grande, reconoció el director general de la empresa, Patrick Mooney.
Sin embargo, en los últimos años no todo fue color de rosa para la industria de los sueños y los efectos especiales: en 2010, los gastos de producciones extranjeras cayeron un 7%.
La mayoría de los clientes de las compañías de efectos especiales son los "grandes" estudios estadounidenses, afectados por la huelga de guionistas en Hollywood, en 2008, y por la crisis económica.
Pero para Karen Lamare, responsable de planificación y comunicación en la comisión provincial del cine, no hay motivo para el pánico. El negocio "se mantiene", dijo, al indicar que el gasto de las producciones extranjeras y nacionales está cerca de los mil millones de dólares canadienses al año.
"Hay altibajos, pero basta con un solo largometraje más para cambiar radicalmente las cosas".
FUENTE: Agencia AFP