MADRID (AP). El Partido Socialista en el poder se prepara a sí mismo para dolorosas derrotas mientras inicia la jornada electoral en medio de protestas durante las elecciones regionales y municipales en todo España.
Las elecciones son una prueba clave del derrumbe del apoyo al partido debido al creciente desempleo y su manejo de la crisis financiera, y son consideradas un preludio de las elecciones generales del próximo año.
Más de 34 millones de personas son elegibles para votar mientras al fondo un movimiento de protesta cada vez más grande ejemplifica el desencanto que experimentan los españoles por ambos partidos _ el Partido Socialista y el Partido Popular _ y por lo que llaman un sistema político que favorece los intereses económicos sobre los ciudadanos.
Las encuestas muestran que el partido del primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero podría sufrir el domingo la humillación de perder los baluartes socialistas históricos.