BANGKOK Internacionales - 

Junta tailandesa obliga a guardar silencio

La junta gobernante de Tailandia halló una nueva forma de controlar a sus opositores y obligarlos a guardar silencio: ponerlos en libertad a condición de que prometan no hacer nada "provocador".

Los que se nieguen enfrentan dos años de prisión.

Las restricciones fueron confirmadas el miércoles tanto por el ejército como por detenidos que ha mantenido aislados desde hace una semana, quienes dicen haber sido liberados sólo después de firmar un documento en que acceden a no decir ni hacer nada que pueda atizar conflicto.

El mismo miércoles, la junta indicó que una repentina interrupción del acceso a Facebook no forma parte de una política de censura, sino que se debe a una falla técnica.

El bloqueo de la tarde no afectó a todos los usuarios, pero atrajo mucha atención en internet. Duró al menos una hora y ocurrió justo un día después que el nuevo gobierno militar anunció la aplicación de medidas enérgicas sobre la red mundial. La junta ha prohibido diseminar información que pueda generar agitación, con lo que en la práctica prohibió las críticas al golpe de Estado de la semana pasada.

Desde el golpe, manifestantes por la democracia han salido a las calles de Bangkok a diario en protestas generalmente pequeñas y en su mayoría sin líderes. Cientos de personas se reunieron el miércoles en el Monumento a la Victoria de la ciudad, donde hubo escaramuzas en las que se arrojaron botellas de agua y otros objetos a los soldados, y un vehículo Humvee del ejército fue pintarrajeado con grandes letras blancas que afirmaban: "No al golpe. Sálganse".

El ejército, que mantiene detenidos a altos funcionarios del gobierno derrocado, ha convocado a 253 personas, en su mayoría políticos, eruditos, periodistas y activistas considerados críticos del régimen. Aproximadamente 70 siguen detenidos, 53 no se han presentado y unos 130 han sido liberados, dijo el coronel Weerachon Sukhondhapatipak, portavoz de la junta.

Entre los liberados el miércoles estaban cinco líderes del movimiento de los Camisas Rojas, que respaldaba al gobierno derrocado y había amenazado con actuar si las fuerzas armadas tomaban el poder.

Las liberaciones condicionales podrían representar un reto para el liderazgo de los Camisas Rojas y parecen encaminadas a acallar una nueva ronda de protestas masivas. El hecho de exigir la firma del documento también explicaría la razón por la que los liberados, como la exprimera ministra Yingluck Shinawatra, no han hecho declaraciones en público desde entonces.

La personalidad más destacada de los liberados el miércoles fue Jatuporn Prompan, que fue capturado el jueves pasado cuando el golpe de Estado se impuso después que el ejército convocó a los rivales políticos a unas conversaciones de paz infructuosas.