México requiere una "transformación más profunda" en seguridad y justicia para ponerle un "alto" a la delincuencia, señaló hoy el jefe de la oficina de la Presidencia mexicana, Aurelio Nuño.
En un acto público en el central Estado de México, Nuño aludió a los momentos "difíciles" que vive el país por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa el 26 de septiembre en Iguala (estado de Guerrero) a manos de policías corruptos y criminales.
"El país exige justicia por los actos de barbarie cometidos en Iguala, estos hechos que nos han lastimado e indignado a todos nos recuerdan que sociedad y Gobierno tenemos que caminar hombro con hombro para evitar que se repitan", indicó.
Es necesario luchar unidos "en contra de los verdaderos enemigos" de México: la impunidad, la pobreza, la desigualdad, la violencia y la corrupción, señaló durante la conmemoración del 199 aniversario luctuoso del líder independentista José María Morelos.
"La transformación que impulsamos no sólo es indispensable, sino que necesita ser aún más profunda", dijo Nuño en la ceremonia que encabezó el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aunque no ofreció un discurso.
"El Gobierno asumió su responsabilidad y tomó la iniciativa para llevar seguridad a donde no la hay, para llevar justicia a donde no se ha ejercido y para ponerle un alto a la delincuencia, particularmente en donde ha infiltrado a las instituciones", añadió.
Según la investigación de la fiscalía, el 26 de septiembre pasado policías municipales atacaron a tiros a los estudiantes por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, quien junto con su esposa, María de los Ángeles Pineda, eran operadores del cártel Guerreros Unidos.
Según el testimonio de tres de los 80 detenidos por este caso, los 43 jóvenes fueron detenidos por policías y entregados a miembros de Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron para borrar su rastro, una versión en la que no creen los familiares de los desaparecidos.