Miles de indígenas marcharon este miércoles hacia la ciudad de Cali, oeste de Colombia, en reclamo por los asesinatos y amenazas contra defensores de derechos humanos en el país, que implementa un acuerdo de paz con la guerrilla FARC.
Hemos convocado "una jornada de audiencia pública para el análisis (...) y búsqueda de soluciones a la grave situación de las comunidades y territorios indígenas, en el contexto de muerte y amenazas a líderes y defensores de derechos humanos", indicó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) en un comunicado.
La movilización reúne a unos 10.000 indígenas de nueve departamentos del oeste colombiano y se concentró en Cali, tercera ciudad del país, donde esta tarde se realiza una reunión pública con el gobierno, representantes de organizaciones sociales y de derechos humanos, para buscar "soluciones", explicó a la AFP el consejero mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias.
Arias explicó que las comunidades también se manifiestan para que "se cumpla el acuerdo de paz" firmado en noviembre pasado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del continente, en proceso de desarme tras medio siglo de conflicto armado.
También para que "puedan avanzar los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN)", único grupo rebelde activo del país, instalados en febrero en Quito, agregó.
"Nosotros hemos estado afectados por la confrontación armada de todos los actores armados", señaló.
A inicios de mayo la ONU informó del asesinato de 14 defensores de derechos humanos en lo que va de 2017, aunque advirtió que investigaba otros once casos, por lo que la cifra podía aumentar a 25. El organismo internacional reportó 127 homicidios en 2016.
Las FARC temen que una vez dejen las armas y se reincorporen a la vida civil se repita la historia de la Unión Patriótica, un movimiento político de tendencia comunista surgido de un proceso de paz en 1984 y exterminado por paramilitares en connivencia con agentes estatales.
Los rebeldes responsabilizan de los recientes asesinatos a paramilitares. El gobierno desestima esa versión y señala como culpable de esas muertes a bandas criminales dedicadas al narcotráfico, formadas tras la desmovilización de milicias irregulares de extrema derecha en 2006.
Colombia vive desde hace medio siglo una conflagración interna que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejando 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.
FUENTE: AFP